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Leonel, Porras, Narciso, el Puchas, por sí solos han apoyado
a mucha gente. Una vez unidos por la política se han convertido en seres
mafiosos, llegando incluso al silencio cómplice cuando el primero ha ordenado
los asesinatos de quien le estorba en el camino.
El primer ordenamiento lo realizó en la persona de Gilberto El mañanitas Amador Talamantes, el mismo
día que éste le gritó, en el desfile obrero del primero de mayo; “¡¡Leonel!! ¡Tu hijo y tus sobrinos
tienen llena de droga la ciudad! El
Coreano confió a esta editorial que él directamente lo había matado delante de
los policías Maldonado Yañez, a quien también los desapareció para que no
quedara vinculación alguna pues habían sido, estos dos policías en funciones,
los que llevaron al Mañanitas a las
cercanías del rancho de los Guluarte, donde dejaron el cuerpo sin testículos.
En esa ocasión que confió su brutalidad agregó que de rodillas, Gilberto le había pedido perdón.
Al tiempo se demostró que el hijo convivía con Los Layos y
que sus sobrinos eran sicarios de Los Dámasos, grupo delictivo al que
pertenecía también el hermano del Coreano, el agente ministerial conocido como
El Furby y el cual fue detenido junto con el sobrino del Leonel cuando
pretendían asesinar a una persona que traían secuestrada.
Del segundo, que esta editorial tiene datos y pruebas para
demostrar el ordenamiento, es el asesinato del comandante de la policía
municipal, ordenamiento que comprobó el Puchas siendo presidente municipal de
La Paz. Desde luego que todos sus colaboradores lo supieron pues el Coreano,
brazo armado del hoy Director del Sistema Nacional de Seguridad, fue quien hizo
el contacto con los matones y a quienes, además, les proporcionó el vehículo y las pistolas para llevar a cabo
el ordenamiento del entonces líder nacional del PRD (esto lo supo AMLO)
El tercer ordenamiento recayó en el asesinato del comandante
Salomón Ricaldai pues en el velorio del agente ministerial (hijo del foto
reportero conocido como El Zapato) Eduardo Fernández Oyorzábal, dijo que si
Leonel no le cumplía, hablaría. Y no habló: Leonel lo mandó asesinar,
incluso desde La Paz BCS enviaron hasta Durango a los matones en un carro Toyota,
modelo reciente, con placas de onapaffa 297518.
El cuarto ordenamiento fue dado para asesinar a los hermanos
Alcantar López, Antonio y Leobardo, muriendo el primero y dejando mal herido al
segundo quienes fueran obligándolos a salir de su casa, con el mismo método,
‘bajar el switch’ de la corriente casi a la misma hora (acción concertada por
-otra vez), El Coreano, pero, como ya se dijo, los matones de Leobardo se
retiraron creyendo que estaba muerto, sin embargo casi una hora fueron
aprehendidos cuando festejaban si acción comiendo mariscos. Declararon que El
Coreano los había mandado por órdenes de Leonel. Joel Rosas Martínez, que es el nombre del
mentado brazo armado del hoy protegido por AMLO, fue sentenciado a 30 años de
prisión, pero en el amparo $alió libre.
Antonio Alcantar tenía pleito con el secretario de finanzas,
a quien Leonel Cota pretendía apoyar para ser candidato primero y luego
gobernador de BCS pero el asesinato le hizo perder la candidatura. Sería Apoyado por los Arellano Félix pues
desde niños eran amigos.
Después del asesinato del comandante municipal Manuel Ceseña, esta editorial construyó una
crónica periodística que se hizo libro, escrito que de viva voz el Coreano
reconoció como verdadero e, incluso manifestó a través de su hermano que
deberían pagarle regalías. Durante la plática con esta editorial señaló al
joven policía Carlos Vega como el informante principal para que dicha
revelación fuera publicada. También, en venganza lo mandaron matar en la
simulación de un asalto a casa habitación, que después dijeron, al ser detenido
uno de los matones, que habían ido a ese lugar a cobrarle un dinero al dueño de
la casa, también dueño de un camión pesero
que en sus lados dice; Don José.
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