cuarto Dios, critica


Comparecencia ministerial


 

                                                                        Comparecencia ministerial


   Ante el ministerio público del fuero común, la mamá recordó las angustias de su gestación: Dijo llamarse Carolina Sánchez, mexicana de nacimiento, casada con Domingo Rochín, de ocupación estudiante y empleada; de su esposo dijo que era trabajador del mar, creyente en Dios; sobre la indagatoria recuerda que acudió ante el médico Rogelio Bautista, quien le ordenó unos análisis. Una vez concluidos los firmó la químico fármaco bióloga María de la Luz Tapia, asentando que la prueba del embarazo era positiva; enseguida, el médico Rogelio Bautista confirmó la gestación a través de un ultrasonido para de ahí confiarle que la siguiera atendiendo su colega Mario Bareño por tener éste la especialidad en ginecología.

   Una vez en su casa expresó que no cabía de felicidad, sobre todo cuando se lo anunció al esposo; más tarde, juntos, fueron a las casas de sus padres para contagiarlos con la buena nueva. La noche no pudo ser mejor. Salieron junto a los suegros que les invitaron a cenar al mejor restaurante de la localidad. Deglutieron codornices a las brasas en salsa de tamarindo con arroz cantonés. Bebieron té helado con azahar de tangerinas y para el postre pidieron nieve de zarzamora.

   Desde luego que los suegros intercambiaron sus dotes intelectuales y de cultura general – Leí que – inició el papá de Domingo -- Carl Gustav Jung, discípulo del eminente sicoanalista Sigmund Freud, a través de la interpretación de un sueño pudo superar al maestro – agregó -- soñó que vivía en una casa que él nunca había visto. En la planta alta observó muebles contemporáneos, en la primer planta vio muebles medievales; al caminar por el sótano observó vestigios romanos; enseguida algo lo empujó a bajar por una escalera labrada en piedra que lo condujo a una caverna prehistórica -- añadió -- una vez que interpretó el sueño, comprendió que había otros niveles del inconsciente humano que debía seguir explorando. Se separó de Freud para luego convertirse, sin él siquiera imaginárselo, en un pilar fundamental de la mercadotecnia que sabe enviar mensajes subliminales a esa región oscura que llamó sombra y donde se anidan los ruidos, colores, imágenes, luces y todo aquello que el cerebro consciente no registra.

   >> -- Con referencia a los sueños les puedo relatar un pasaje bíblico – intervino la mamá de Carolina -- estando José en la cárcel, junto al copero y al panadero de Faraón, le fueron contados los sueños de éstos -- añadió -- el copero soñó que vio una planta de uvas, al acercarse distinguió que tenía tres tallos nuevos; de ellos brotaban y caían las flores para luego dar paso a sus racimos que cogía entre sus manos, exprimiéndolas en la copa de Faraón a quien daba para que bebiera. José interpretó el sueño de la siguiente manera: Los tres racimos representaban los días en que Faraón levantaría el castigo y volvería a ocuparlo en su trabajo como copero.                  

   Continuó -- El sueño del panadero fue el siguiente: Soñó que había tres canastillas blancas sobre su cabeza. En el canastillo más alto había toda clase de manjares de pastelería para el Faraón, pero algunas aves los comían sin poder éste espantarlos. Respondió José: Las tres canastillas son tres días, al cabo de los cuales Faraón ordenará colgar de tu cuello; dejará tu cuerpo colgado que luego comerán las aves de rapiña.

   Añadió -- Pasados los tres días se cumplieron las interpretaciones de José. El copero fue perdonado y el panadero fue colgado.

   Finalizó diciendo -- Dice en el libro de Job que Dios habla al ser humano a través de sueños para prevenirlo de su muerte; para que se autorrealice; para que aleje su soberbia a través de la humildad y para todas las cosas de su vida.>>

   -- Ay mamá – intervino la futura madre – deje eso para otra ocasión, hoy quiero dormir tranquila y para eso pedí este té de azahares – señaló levantando la copa con el líquido áureo.

   -- Déjala – terció Domingo – mi madre también me contaba algunos sueños de la Biblia, ¿verdad mamá?

   -- No creen que no es bueno platicar de sueños y ayunos cuando estamos esperando el acontecimiento del siglo – levantó su vaso -- ¡brindemos por el nuevo milenio! – Agregó -- porque mi nieto tenga vivos y unidos a sus abuelos, como lo estamos hoy.

   --¡¡Salud!! – Brindaron todos levantando sus vasos. El roce del cristal cortado produjo un sonido que alegró al oído.

   -- Pero no crea que se va evadir de contar su pasaje bíblico señora – atajó el papá de Carolina – hoy estamos dispuestos a escuchar su erudita intervención.

   >> -- Si me aguantan – dijo con humildad la señora de cuatro décadas -- en el segundo año de su reinado – inició su participación -- Nabucodonosor soñó algo extraño que le perturbó el espíritu; empezó a sentir incomodidad, pues no lograba recordar ni una pizca de ese sueño. Ordenó que trajeran a todos los interpretadores de sueños a su presencia; Magos, encantadores, brujos, astrólogos, hipnotizadores, augureros, adivinadores, vaticinadores, pronosticadores, nigromantes, videntes, hechiceros -- los comensales no salían de su asombro por la capacidad de la culta señora que no repitió ninguna especialidad -- profetas, taumaturgos, ocultistas, alquimistas, espiritistas, cabalistas, elegidos, pitonisas, iluminados y Caldeos llegaron ante él pidiéndole que les contara algo de su sueño para poder interpretarlo.          

   -- ¡Hm! Cabrones – respondió el rey – si recordara algo no los hubiera mandado traer ante mí – agregó – además, les ordeno que me digan qué fue lo que soñé y qué significado tiene – finalizó con una sentencia – si no me dicen qué soñé y mucho menos su significado ordenaré que los cuelguen por charlatanes.

   -- No hay un ser humano en el mundo que pueda revelar qué fue lo que soñaste, sólo el Altísimo tiene la memoria de tu sueño – le respondieron.

   Nabucodonosor ordenó que mataran a todos los impostores que tenía frente a él; además lanzó un edicto para que acabaran con todos los sedicentes sabios de Babilonia.

   Daniel se presentó ante el capitán Arioc diciéndole que le diera un pequeño tiempo para rebelarle el sueño al rey. Una vez conseguido el indulto, se fue donde estaban Anamías, Azarías y Misael para que juntos pedir misericordia al Dios del cielo sobre ese misterio que estaba acabando con los sabios de Babilonia.

   Por la noche le vino el sueño a Daniel que le rebeló lo que Nabucodonosor pedía. Otro día se presentó con el capitán, quien al mismo tiempo lo mostró ante el soberano.

-- Tu, oh rey – habló Daniel – en tu sueño viste una gran figura; la cabeza era de oro fino, su pecho y brazos de plata, su vientre y muslos de bronce, sus piernas de hierro y sus pies de barro -- El rey empezó a recordar la supuesta imagen que le molestó el espíritu, pidió con un ademán que siguiera con su comentario – sin tú poderlo evitar, una piedra pegó en los pies, lo que hizo que se quebraran, que se volvieran tierra para luego, como en una explosión programada en un gran edificio, caer la efigie hecha añicos, luego los escombros se transfiguraron en polvo fino que el viento arrastró dispersando todo – finalizó la glosa del sueño – luego la piedra que pegó en los pies de la imagen, se convirtió en un gran monte que cubrió la Tierra.

   -- ¡Es cierto! – Expresó jubiloso el rey – pero, ¿cómo lo supiste?

   -- Esto que te comento ni sabios, ni astrólogos ni magos lo podrían adivinar.

   -- ¿Entonces? – Preguntó ansioso.

   -- Hay un Dios del cielo que revela los misterios; en ellos hace saber lo que ha de acontecer en los siguientes días.

   -- ¿Cuál es entonces la interpretación de mi sueño? – Demandó angustiado el rey.

  -- El Dios del cielo te ha dado reino, poder, fuerza, majestad. Te los entregó en las manos dándote dominio sobre todo – agregó – tú eres aquella cabeza de oro. Después de ti se levanta una tribu inferior a la tuya, esa representa la plata. Enseguida sigue una tercer tribu que pretende dominar toda la tierra, eso representa el bronce. Vendrá una cuarta tribu que será de hierro – imaginó – lo que viste en los pies de barro son un reino dividido que no podrá unirse con el hierro, pues éstos minerales  no se alían; ello representa el Ego natural de hombres y mujeres que impiden las alianzas con fines materiales – finalizó – solo cuando llegue el tiempo divino de Dios, la alianza se concretará con un propósito: Servir al Altísimo <<

  -- Vámonos mamá – exigió Carolina, que no podía entender esos pasajes bíblicos – el vientecito helado me puede hacer daño.

  -- Tiene razón – aprovechó el consuegro que ya mostraba signos de aburrimiento – debemos retirarnos, mañana tengo que ir a pescar con Domingo para que vaya juntando lo de los pañales, cuna y ropita.

   -- No compadre – atajó don Genovevo – pa´ eso tiene padre, pa´ que le ayude en los momentos alegres o tristes ¿verdad mijo? – Preguntó viéndole la cara al hijo que deseaba destetarse para cumplir con su cometido en la vida.

   -- No, papá – pidió Domingo – déjame comprar lo que mi hijo va a ocupar.

   -- Está bien – reconoció – si esa es tu voluntad.

   -- Ya parece que estamos tratando con niños – se interesó Macrina – no nos hemos dado cuenta que pronto serán padres y como tales deben adquirir responsabilidades para que no sufran el día que faltemos nosotros.

  -- Ya van a empezar – se entrometió Carolina – siempre terminan hablando de la muerte – La prudencia hizo su aparición. Se trasladaron a sus respectivas casas.

   Los coloridos sueños hicieron ver visiones a Carolina; soñó que le hablaba un ángel argumentando que su hijo sería el Nuevo Mesías. 

 



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