origen de las ejecuciones
Para entender el presente
Una mirada al pasado
En 2011 perdió las elecciones en BCS el
grupo denominado Los Cabos luego de un rompimiento entre los leonelistas que se
habían empoderado en el gobierno a través del PRD, para dos años después pelear
la plaza de venta de drogas que se les salía de las manos…..
Leonel Cota se alió al Cartel de los
Arellano Félix en 2004 para hacerse de la vista gorda en el tráfico de drogas y
armas que estos realizaban, y realizan a todo lo largo y ancho de la península
de Baja California desde los años 80´s en que se empoderaron en la fronteriza
Tijuana.
Antes de retirarse de la plaza de BCS, el
encargado de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), en reunión con el
cuerpo de seguridad del estado, dejó en claro quién era el jefe de plaza y
quiénes conformaban sus células de distribución de drogas en La Paz. Destacaban
el Javy,
el Paisa, elOajaco,
el Güero Layo,
el Adan de la 8 y
los Quiróz y cómo éstos tenían dividida la Plaza. En
un CD les dejó la información necesaria y suficiente para que hicieran lo que
mejor les conviniera.
El encargado de la AFI creyó que actuarían
conforme a derecho pero Leonel Cota ya había recibido los beneficios del
narcotráfico por lo que mejor dejó en manos de sus sicarios Lenín Rodríguez y
Joel (el Coreano) Martínez Rosas, la información privilegiada que recién
recibía para que se encargaran de cobrar cuota por la venta de droga. Así lo
hicieron por varios años, cobraron piso hasta que perdieron el poder político y
el respeto de otros carteles con la ejecución el 25 de octubre de 2011, en Cabo
San Lucas, del comandante Martín Márquez Ruiz a manos de los sicariosJesús
Manuel Reyes Flores (El Negro) y Jaime Alberto Alvarado Moreno (El Jimmy)
desertores del grupo especializado de las fuerzas armadas denominado los Gafes
(Grupo Aeromóvil de las Fuerzas Especiales)
La ejecución se ordenó porque creyeron que
el comandante se habría quedado con 5 millones de pesos que traía consigo otro
ejecutado, este de nombre Eleazar García Gómez (El Belén), y que servía al jefe
de plaza conocido como El Javy. Debido a que los matones fueron
ubicados, después de asesinar al comandante, en una casa de seguridad de la
colonias Brisas del Pacifico se desató una balacera donde intervinieron
elementos de la Marina y, en la refriega cayó abatido el teniente de corbeta
Enrique Gervasio Martínez, un pistolero que estaba en la casa de seguridad
identificado como Héctor Javier Arredondo Díaz (El Mazo) y de que tres agentes
de la Policía Ministerial del Estado resultaron heridos en el mismo incidente,
los bien entrenados desertores lograron escabullirse por entre las sombras de
la noche y, desde luego con el apoyo de policías desleales de la talla de el
Coreano.
Luego de operar en San José del Cabo
durante los siguientes meses junto a el Barbas, el Coreano y el Chinola, el 24
de enero de 2012 asesinaron en la colonia El Zacatal de San José del Cabo a un
integrante de la organización delictiva de Javier Acosta López (El Javy )
de nombre José Luis Oceguera (El Chilango), todo esto con la finalidad de
advertir que ellos serían los nuevos jefes de plaza.
La policía ministerial logró desarticular
la banda donde también participaban Martín Guadalupe Ceseña Ceceña (El
Martincillo) Joseph Antony López (El Gringo) así como Ángel Rivero López (El
Tigre) quien se perfilaba como el jefe de plaza del Cártel La Oficina en Los
Cabos; se cuidaron de no detener al Coreano, al Barbas y al Chinolas, que eran
quienes pagaban piso por la venta de droga; como se podrá advertir, la plaza
era pagada por cualquiera que se dedicara a la venta de estupefacientes pues la
sed de dinero es grave en los cuerpos de seguridad que supuestamente deben
combatir el tráfico y prevenir la drogadicción.
Raymundo Flores aparece de espaldas, con
chaleco antibalas, el jefe de inteligencia de la procuraduría Edgar Roberto
Siquieros Rojo es el panzón de lentes y el Oajaco es el que tiene la mano
izquierda en la bolsa del pantalón, mientras que su mano derecha la descansa en
la cerca perimetral. A diez metros un agente ministerial ofrece protección.
A raíz de este evento la SEIDO abrió un
expediente en contra de servidores públicos de BCS pues los detenidos empezaron
a mencionar los nombres de Edgar Roberto Siqueiros Rojo, jefe de inteligencia
de la procuraduría; Luis Alberto López López, exasesor jurídico de la SSPE,
refugiado en la coordinación de giras del gobernador donde Irineo Martínez
(también mencionado en el expediente) era el jefe; se menciona a Raymundo
Flores Aguilar, perito criminólogo, pues se logró capturar una imagen
fotográfica donde éste platicaba con el Oajaco y el jefe de inteligencia de la
procuraduría. Otros que aparecen en el expediente han dejado de ser
funcionarios como Lenín Rodríguez, Joel Martínez y otros más pesados que poco a
poco irán apareciendo en esta historia criminal.
Otro evento que alertó a la población del
maridaje entre algunos policías corruptos y el Javy fue
el hecho que se escenificó un año después, a deshoras de la madrugada cuando un
comando ‘rafageó’ la casa del comandante Francisco Iván Rochín González en San
José Viejo, localizado en las calles Oaxaca y Puebla, además de serías amenazas
de muerte de parte del incipiente cartel de La Oficina a los también agentes
ministeriales Julio César castillo, Alfonso Meza y Daniel Rodríguez.
Luego
de que los medios de comunicación publicaran la foto donde se ve al Oajaco
junto a dos funcionarios públicos, su cuerpo fue encontrado en una brecha que
conduce de Ciudad Constitución a la Hacienda-Misión de San Luis Gonzaga, junto
a su guardaespaldas José Guadalupe Puentes Calderón (El Garapiñado) con
evidentes signos de torturas punzocortantes en el cuello, quemaduras en el
rostro para luego de sacarles la información que querían, sus asesinos los
degollaron atados de pies y manos. La escena del crimen (por la forma de la
tortura y la muerte) reveló que los asesinos habrían sido agentes ministeriales
conocidos del Oajaco.
Enseguida
de esta ejecución salió a relucir el nombre de Inés Zamudio y Manuel Garibay
(El Manuelón) pertenecientes al cartel de los Arellano Félix, sujetos que
habían empezado a ser protegidos por los cuerpos de seguridad a través de una
módica cuota de 10 a 20 mil pesos semanales para el director de seguridad y
tránsito municipal, y comandante de los ministeriales, respectivamente.
El
reacomodo de quienes se disputaban la plaza empezaba a ser noticia, después de
sacar de la jugada al Adán de la 8, al Güero Layo, a los Quiróz, y de la
ejecución del Oajaco, por la serie de brutales ejecuciones y amenazas a
ministeriales y policías municipales, sobre todo de los municipios de La Paz,
Los Cabos y Comondú, así como a policías de la entonces secretaría de seguridad
pública del estado.
A
quien sí encontraron en un domicilio de La Paz BCS fue al sobrino del Oajaco de
nombre Roberto Salazar Monzón y a su pareja Blanca Esthela Avilés Agúndez, de
22 y 19 años respectivamente; entre las pertenencias decomisadas a este par se
enlistan un rifle R-15 con casi mil cartuchos, medio kilo de cocaína y otro
tanto de cristal, así como más de 4 mil dosis de este último
estupefaciente.
De
las siete viviendas ‘reventadas’ una de ellas, en ciudad constitución, era de
un diputado local que se amparó por aquello de la dudas y, lo que son los
nervios, a los meses sufrió una fuerte enfermedad que lo mantuvo fuera de
circulación por algunos meses para después reincorporarse a su trabajo
legislativo apoyado con un bordón. Otro diputado más, de esa misma localidad,
identificado por su afición al cristal falleció de una sobredosis después de
acusar públicamente a su compañero de bancada.
El
interrogatorio al que fueron sometidos los jovencitos dejó en claro que ‘su tío
era el bueno’ en la localidad, pues contaba con el apoyo de los gobernadores
perredistas a quienes les brindaba fiestas en el rancho Los Dos de
Los Planes BCS, propiedad que estaba a nombre de Lorena Aguirre Monzón, mamá
del Oajaco, además de otras propiedades. En este rancho, una semana antes de
que asesinaran al joven policía Carlos Vega, se pusieron de acuerdo para
ponerle un cuatro, y asesinarlo por haber filtrado datos en la ejecución del
comandante Manuel Ceseña Cota, ocurrida el 30 de septiembre de 2007, después de
que éste detuvo a la banda de los Güeros Layos (libro Crónica de una Ejecución:
Comandante Manuel Ceseña)
El
sobrino también mencionó los nombres de los que componían la banda del Oajaco
(además de ‘dedear’ a los políticos y jefes policiacos que le daban protección)
entre los que se encuentran como lugartenientes los hermanos Jesús Ramón y
Arturo Salazar Monzón; como jefe de seguridad Martín Salgado Graciano (El
Pachuco); como quaterback’s en La Paz se encuentran Héctor Manuel Diarte
Aguilar (El Cleto), su hijo Héctor Manuel Diarte Ramírez y la esposa del
primero de nombre Brizna Cecilia Leal Cortés.
En Comondú, como ya se dijo, se
encontraba José
Guadalupe Puentes Calderón “El Garapiñado”; en Todos Santos José Romero Orozco Agúndez; dentro del penal de La Paz, Francelia
Guillermina Ramírez Ramírez se encargaba de pagar piso a custodios y jefes para
vender libremente la droga entre los internos; para entrar al mercado de
Comondú, además de entregar dinero a los jefes policiacos, negoció con el jefe
de una de las células de Inés Zamudio, de nombre Ramiro Miranda Claro (El
Grillo)
Debido a que el Oajaco negoció con la
policía de la nueva administración, los perredistas ordenaron su muerte evento
que se cumplió luego de festejar la compra de un rancho cerca de San Luis
Gonzaga y que lo dejaron sin guardaespaldas pues a dos de éstos (sólo se quedó
con él el Garapiñado) los mandaron a Ciudad Constitución para comprar algunos
aditamentos para la elaboración de un platillo conocido como Ceviche. Los
cuerpos del Oajaco y del Garapiñado fueron encontrados casi un mes después de
su brutal asesinato y, de los guardaespaldas del mandado no se supo más.
El 10 de mayo de 2012, en el interior del
restaurante el Bismarcito un matón solitario entró, disparó en contra de
Zeferino Beltrán Félix quien se encontraba festejando a su esposa, evento que
anunció un presagio por lo que estaba por suceder en la tranquila ciudad de La
Paz con la llegada del neocartel de la Oficina a quien le estaban abriendo las
puertas los corruptos de la PGR, ministeriales, del estado y municipales.
La
operación limpieza, de todo lo que oliera a Oajaco, se dio al igual que lo
sucedido con el cartel de Mazatlán, cuando el candidato del PRI a la
presidencia de la república Luis Donaldo Colosio Murrieta negoció con ellos. La
DEA y el CISEN ubicaron a todos y cada uno de los integrantes de ese cartel,
ejecutando a todos ellos….
El
13 de octubre de 2012, Félix Beltrán Félix, de ocupación jornalero agrícola fue
‘levantado’ por cuatro personas vestidas de policías municipales que se
conducían a bordo de una picap blanca, marca nissan, con los logotipos de esa
corporación, delante de sus compañeros de trabajo, Gumersindo Martínez Pérez y
Antonio Montesinos Sarmiento, en
el rancho El vergel que se encuentra a espaldas del aeropuerto internacional
Manuel Márquez de León, en La paz BCS. La detención sucedió a las 6:10 de la
mañana, cuando los jornaleros iban a bordo de una picap Chevrolet, placas
CE-88-214 por la calle Gilberto Arreola, sin el vidrio trasero, motivo que
pretextaron los uniformados para interrogarlos. De inmediato uno de ellos
esposó a Félix, para enseguida sus compañeros esposar a los otros dos pero a
una seña, los dejaron libres, excepto al primero a quien lo trasladaron para
una investigación ya que le habrían encontrado droga.
Este levantón estuvo relacionado con la
‘limpia’ que se había ordenado pues los uniformados creyeron que era pariente
de Zeferino Beltrán Félix, ejecutado en el interior del restaurante el
Bismarcito, ocurrido 4 meses atrás. La investigación para su localización se
empantanó pues los testigos identificaron una picap distinta de la policía
municipal, a través de una cámara de seguridad, donde curiosamente el
comandante Manuel Ángel Güereña Ruiz, era acompañado de tres agentes de nombres
David Ambriz Ramírez, Pedro Jaime Quevedo González y Daniel Sánchez Olachea.
La espiral de corrupción, desde los
agentes municipales hasta los jueces de distrito estaba siendo comprobada por
la sociedad pues meses antes Inés Zamudio, luego de ser detenido y acusado por
varios delitos relacionados con la venta de estupefacientes y ejecuciones de
puchas contrarios, fue dejado en libertad por el juez segundo de distrito
Alejandro Quijano Álvarez, y a los días del ‘levantón’ del jornalero agrícola,
el Güero Layo, dueño de la plaza de La Paz durante los dos sexenio de los
perredistas, también fue liberado por otro juez, este de nombre Francisco
Javier Silva Anda.
Fue tal el empoderamiento de los
delincuentes formados bajo el cobijo del PRD que a dos años de ya no recibir
protección policiaca, empezaron a ser noticias al ser levantados, ejecutados,
participar en balaceras….
Los sobrinos que fueran protegidos por el
profesor Víctor Castro Cosio, exsecretario de educación pública, expresidente
municipal de La Paz y exdiputado federal, cargos públicos todos ellos por el
PRD, de nombres Ramón Antonio y Carlos Alejandro Castro Castro conocidos en el
bajo mundo del hampa como el Perro y el Bebo, se vieron envueltos en una
balacera que sus matones hicieran por de más de quince cuadras, donde pusieron
en peligro a los derechohabientes del Centro de Salud y de los estudiantes de
la ETI pues casi desde la casa familiar ubicada en Ignacio Ramírez y
Constitución, les empezaron a disparar, para de ahí doblar por la calle 5 de
Mayo (a una cuadra está el Centro de Salud) hasta la calle Melitón Albañes,
atrás de la escuela ETI, por donde doblaron para de ahí ir a refugiarse a la
casa del Perro ubicada en Baja California entre Bravo y Allende, donde los
matones abortaron la persecución.
Héctor
Manuel Diarte Aguilar (El Cleto) fue levantado el 10 de septiembre del 2012,
por cinco sujetos armados que lo sacaron a empellones de su casa ubicada en la
colonia Villas del Encanto de La Paz.
Joel
Bautista Hamburgo (El Hamburgo), fue ‘levantado’ el 24 de diciembre del 2012
cuando se dirigía a casa de su mamá a bordo de un vehículo Corolla, modelo
1993.
Omar
Cabrera Valencia (El Chino), fue levantado en la tienda Ley de la colonia
Miramar.
Roberto
Daniel López Losa (El Pájaro), El Choche y El Niño, fueron levantados cuando
circulaban sobre las calles de Oaxaca y Josefa Ortiz de Domínguez. Los tres
fueron interceptados por un vehículo color gris, marca Toyota, línea Cambry
modelo 1990 pero de los tres sujetos, dos fueron subidos a la fuerza, mientras
que el Pájaro se les escapaba pero para su mala suerte fue arrollado por sus
perseguidores que, al ver la presencia de la policía municipal huyeron del
lugar dejando mal herido el atropellado. Los levantados fueron cruelmente
asesinados por sus captores.
…….
El
Diablo se despertó. La lista de ‘levantados’, para luego de que sus familiares
presentaran denuncias, la procuraduría considerarlos ‘desaparecidos’, esto
empezó a alarmar a la población: A Erika Rosales González la levantaron y el 14
de marzo fue reportada como desaparecida. Dos días después Marcos Joel González
Robles quedó como desaparecido. Al siguiente día Juan Javier Medina Corral,
quedó registrado como desaparecido. Al siguiente mes Jesús Iván Ramos Jiménez
(El Chuy) fue reportado como desaparecido. Siete días después Damaris Karina
Márquez Moreno (La Damaris) quedó registrada como desaparecida: Ese mismo día
Carlos Antonio Cota Cervantes (El Charly) también quedó como ‘desaparecido’ y,
al entrar el mes de mayo Abel Leal González (El Buena Onda) engrosó la lista de
desaparecidos.
En
Comondú las cosas empeoraron pues aquellos que pagaban cuota regresaron con más
bríos pues volvieron a sentir el apoyo de los corruptos cuerpos policiacos.
Luego de que Inés Zamudio fuera sacado de circulación por lo brutal de su
procedimiento, regresó a tomas su lugar Noe Fregoso Sosa, alias ‘El Jitler’
quien era acompañado por su hermano y lugarteniente de nombre Leobardo y el
comandante Elmer, como jefes de logística traía al Gordo Vega, al Fresa, el
Chuyín, el Calzón, el Tony, el Clavo y, a las damiselas Amarani y Alondra las
comisionó para la distribución de la droga en bares y centros nocturnos.
Debido
a que un ‘tumbado de la burra’ empezó a hablar sobre los levantados, la policía
ministerial a finales de mayo de 2013 logró dar con la ubicación de unas fosas
clandestinas donde El Rayo, el Gordo, el Pelón y el Pepillo, junto al Simón,
enterraron siete cadáveres de la veintena de ‘desaparecidos’. Sería hasta
octubre de ese año, gracias a que el reportero Jacinto Romero empezó a
investigar la ‘desaparición’ del Hamburgo, por recomendaciones del papá y del
tío Enrique, a los que les cobraría 100 mil pesos, ‘un golpe de suerte’ de la
policía ministerial dio con la octava fosa, encontrando en ella precisamente al
‘Hamburgo’. Casi seis meses después entregaron los restos a los familiares y, a
Jacinto, como es obvio, no le pagaron lo convenido.
Para
sembrar más terror en la población el Diablo conectó las cosas de tal manera
que los perredistas que buscaban reacomodar sus fuerzas permitió que El
Coreano, juntos a varios de sus compinches, trataran de ‘coincidir’ con el
horario establecido para ‘aventarse una doble ejecución’ en la humanidad de los
hermanos Alcantar López, Antonio y Leobardo, en distintas direcciones pero las
cosas no salieron como ellos lo planearon.
Los
sicarios contratados no eran profesionales, pues seguramente el Coreano trató
de quedarse con un billete que les proporcionó el autor intelectual, (un alto
funcionario de gobierno) por sugerencias de Leonel Cota y Saúl González, ya que
los que fueron a la casa de Antonio en la colonia Fidepaz sí cumplieron con la
orden pero los que fueron al domicilio del hermano en la colonia Arcoiris III,
luego de dispararle con miedo, y al ver caer a Leobardo, creyendo que estaba
muerto, emprendieron la huida pero para su mala suerte que vecinos y
transeúntes identificaron la media filiación de los matones y la unidad que
utilizaron para huir, por lo que al llegar las patrullas, de inmediato los
agentes fueron informados con los datos precisos, lo que ayudó a su pronta
localización, esto es en menos de una hora, cuando bajaban a una marisquería.
Mientras
que los matones del ex vocero huían impunemente, por otro lado los detenidos
por el atentado, de ese 9 de octubre de 2013, en contra de Leobardo, mismo que
fuera trasladado gravemente herido al hospital Salvatierra, balconeaban al
Coreano de ser quien ordenó las muertes; además dijeron que les consiguió los
vehículos, trazó las rutas de escape y les proporcionó las armas con el
apoyo de su hermano el Furby.
El
caso parecía que se resolvería hasta llegar a los autores intelectuales, pero
como se trataba del exgobernador Leonel Cota, la averiguación previa sólo se
limitó a consignar como autor intelectual al cabo más delgado (que es por donde
se rompe la cuerda) al sujeto conocido en el bajo mundo del hampa como el
Coreano de nombre Joel Martínez Rosas.
Debido
a que hubo fuga de información, la policía ministerial no tuvo más remedio que
solicitar la detención del aprendiz de terrorista, el cual habría sido enviado
al medio oriente para que se capacitara junto a otros peligrosos sujetos más
que serían los que controlaban, cuando fueron gobierno los Montaños, a los
Güeros Layos, al Oajaco al Adán de la 8, a los Quiróz y al Javy entre otros.
El
16 de octubre, a escasos siete días de la ejecución y del atentado, Joel
Martínez Rosas fue detenido por la policía ministerial de Tijuana cuando salía
del hotel donde se hospedaba en compañía de su familia a quien le estaba
tramitando la visa para esconderse en la Unión Americana, mientras se ‘enfriaba
el terreno’. El detenido se negó a dar datos de sus ordenadores, por lo que la
consignación ante el juez de la causa se limitó a cerrar el caso para darle impunidad
al dador del dinero que ese día del asesinato, precisamente, el ejecutado le
ganaba un amparo.
…..
El año 2014 inició con el cinismo de los
jefes policiacos, comandantes o suboficiales, en el sentido de no importarles
que los vieran recibiendo dinero de los operadores de la logística de las
células de puchadores, o de los propios dueños de la plaza que estaba dividida
a todo lo largo y ancho de la península sudcaliforniana, como dividida estaba
políticamente pues Mulegé y Los Cabos eran del PRD, que controlaban a los de
Sinaloa y de los Arellano Félix; Loreto y La Paz era del PRI, controlado por
Beltrán Leyva.
Lo cruel es que utilizaban a
ministeriales y del estado para apoyar a las células de criminales para
localizar adversarios, los levantaban y luego los entregaban a los jefes de
plaza quienes después de torturarlos los asesinaban y sepultaban en fosas
clandestinas. La información que les sacaban era en el sentido de saber quiénes
eran los puchadores solitarios para que trabajaran para ellos y, si no
aceptaban los ejecutaban con la complacencia de las policías corruptas, ante la
impotencia de sus compañeros que no estaban complicados directamente, aunque sí
con su silencio por miedo o amenazas.
De pronto llama la atención la ejecución
del que fuera comandante de la Unidad Mixta de Atención al Narcomenudeo (UMAN)
Juan Antonio Salgado Burgoin, en la época de los perredistas bajo las órdenes
de El Coreano, mismo a quien se le bajó de rango al tomar las riendas el PRI y
de comandante pasó a suboficial con baja de sueldo lo que provocó que junto a
once compañeros tramitaran sendos amparos que obligó a la autoridad a
respetarles el sueldo, no así el grado.
…..
Salgado Burgoin se fue de bruces acusando
a uno y a otro, sin medir las consecuencias pues cuando fue comandante de la
UMAN cometió una serie de irregularidades bajo las órdenes de el Coreano, como
el de dar protección a los puchadores del Güero Layo quien le habría entregado
un lote de joyas, un rifle AK- 47 y dinero en efectivo para iniciar la buena
amistad. Una vez que dejó la UMAN se le comisionó en diferentes delegaciones,
sobre todo en la de Los Planes BCS, donde observaba el tráfico de droga que se
realizaba de Punta Arenas a los distintos poblados del estado, sobre todo a
Cabo San Lucas conociéndose esa trayectoria como la ruta ciega.
Fue precisamente en su época de
comisionado en esa ruta ciega que asesinaron a dos policías municipales que
prestaban sus servicios en San Antonio, primer poblado que conectaba la ruta, y
también, diferente a ese suceso, se encargó de la detención de unos individuos
conocidos como los Abaroa, provocando con ello una seria movilización de
vehículos sospechosos por las celdas municipales lo que obligó a los jefes
policiacos a dejarlos en libertad sin cargo alguno a pesar de que transportaban
droga al momento de su detención.
Lo más temerario del atolondrado Jesús
Antonio fue que exhibió en el mes de diciembre a los jefes de plaza que pagaban
piso, semana a semana, al jefe policiaco, a los comandantes de las delegaciones
y a los jefes de los cinco sectores en que está dividida La ciudad de La Paz.
Ya con la pérdida de la voluntad, Salgado Burgoin fue ‘invitado’ a
videograbarse para subir a Youtube imputaciones del mal gobierno priísta. Ante
esta actitud, los jefes se vieron en la necesidad de despedirlo por
indisciplina.
Al llegar el esposo notó que su borrego
no le baló como siempre lo hacía por lo que preguntó al mismo mayordomo que si
dónde estaba su borrego – La señora me ordenó que lo matara -- ¡Cómo! – exclamó
sorprendido – si ella sabe que el borrego era mi adoración desde que quedó
huérfano. – Tratando de justificar su trabajo el sirviente dijo – Es que el
cordero se soltó, entró a la sala y quebró el espejo que dice su señora es el regalo
de bodas de su familia.
El hombre sin voluntad entró enojado a la
casa donde encontró a la mujer cómodamente sentada en la sala y sin decir aguas
va le propinó tremenda paliza que le causó la muerte. Los familiares de la dama
al enterarse de los hechos mataron el viudo quien fue vengado también por sus
familiares y en la refriega murieron todos.
Al enterarse Dios de la muerte de las dos
honorables familias le preguntó al Diablo que si tenía algo que ver con los
hechos -- ¡No para nada! – Contestó Satanás – yo sólo quité la estaca donde
estaba la soga que tenía el borrego atada al cuello.
El 21 de febrero de 2014, Jesús Antonio
salió de su vivienda en la colonia Diana Laura en compañía de su esposa quien
manejaba una camioneta Voyager color guinda, al filo del medio día para
recoger a su hijo al jardín de niños para de ahí pasar a casa de su suegra por
una bicicleta que ya habían tratado en venta, luego se dirigieron a la escuela
primaria donde recogieron a su hija y de ahí ir a dejar la bicicleta a la calle
Mulegé donde, al llegar, se le emparejó una picap color blanco marca Toyota de
donde bajaron dos tipos bien vestidos, con ropa de marca, armados con pistolas
que descargaron el contenido en la humanidad del excomandante que quedó muerto
en el asiento del acompañante. La niña de once años de edad, al conducirse en
el asiento trasero recibió dos rozones de bala en el brazo derecho, misma que
bajó la mamá al ver que sangraba.
Los vecinos llamaron a la policía
llegando al lugar de los hechos minutos después siendo recibidos por la
alterada esposa con gritos de “ustedes fueron pinches culeros”, “ustedes lo
mataron”
La necropsia rebeló que la humanidad del
caído habría recibido trece tiros calibre 9 mm, aunque en la escena del crimen
los peritos de servicios periciales sólo encontraron 10 casquillos percutidos y
uno más sin percutir.
Con este artero asesinato las
posibilidades de la alcaldesa de alcanzar la nominación como candidata a
gobernadora por BCS se esfumaron puesto que sus manipuladores habían logrado
que grabara un video que subieron a Youtube donde culpaba a Esthela Ponce si le
pasaba algo.
De Sinaloa llegaron noticias en el mes de
junio del abatimiento a tiros del Babay, presunto jefe de plaza de Los Cabos en
sustitución del Javy lo que obligó al reacomodo de las fuerzas del mal pues en
Comondú también habían disminuido las fuerzas del Jitler, evento que
aprovecharon los jefes policiacos para vender la plaza al mejor postor.
Al no ponerse de acuerdo, el 31 de julio
de 2014 trataron de pactar policías del estado, los Dámasos y la gente de Luis
Montoya por la plaza de la ciudad La Paz pero al llegar el Rayo, de quien se
supone acomodó las piezas para la reunión en el kilómetro 8 de la carretera La
Paz a Los Planes, los integrantes de tres vehículos ‘todo terreno’ que se
encontraban escondidos entre los matorrales empezaron a disparar sobre otros
tantos autos que conducían los del ‘encuentro cumbre’ entre los que destacaban
el Pantera, el Betillo y el Ferrari mismos que cayeron abatidos a tiros, y
dejando con una bala en sedal sobre la nalga al Rayo quien fue llevado al
hospital Salvatierra para su atención médica por agentes ministeriales.
En los momentos en que levantaban al
herido, los vehículos todo terrenos salieron dentro de la espesura, bajo las
sombras de la noche sin que los policías hicieran algo por detenerlos, solo se
limitaron a observar que tomaban rumbo a La Paz donde vecinos de las colonias
Agua Escondida, Correcaminos, los vieron pasar para salir cerca del panteón
Jardines del Recuerdo con rumbo a la carretera al sur por donde se encuentran
las oficinas de la subsecretaría de seguridad pública.
En el nosocomio estaban gente del Rayo,
uno de ellos fue reconocido por un coronel de las fuerzas armadas como el
Barbas, mismo que se dio cuenta de la identificación por lo que, a como pudo se
escabulló por entre la gente al momento de que interrogaban al herido.
Las indagaciones apuntaban a la
participación de cuando menos 4 policías de la subsecretaría de seguridad
pública entre los que se encuentran Aurelio Parra Mungaray, Fernando Estrada
(el Mono) Martín Aceves y Rubén Romero que curiosamente al día siguiente de los
hechos dos de ellos fueron reportados como desaparecidos por sus familiares
quienes no mostraban tristeza al momento de la denuncia ministerial.
Al día siguiente de los hechos del 31 de julio de
2014, el periodista Jacinto Romero se enteró que en el kilometro 8 de la
carretera de La Paz a Los Planes BCS habrían asesinado a tres mañosos, quedando
herido uno más. Con los números de placas de los autos y de una cuatrimoto
dejados en el lugar, se dirigió al departamento de tránsito para conocer el
nombre de las personas que aparecieran como dueños de los mismos.
De inmediato, al tener los nombres, en su cuenta
de Twitter dio a conocer poco más que los diarios, pero un tipo que sirve como
secretario en las oficinas de los senadores del PAN trató de desacreditar su
información preguntando dolosamente que si a quién chantajearía con esa
información. Eso permitió que Jacinto ya no le diera seguimiento públicamente a
los hechos que a partir de ese momento aterrorizaron por 14 meses a los
habitantes de la ciudad La Paz.
Durante ese tiempo vio cómo el reportero urbano
se llevó los laureles al darle seguimiento día a día a todos o casi todos los
sucesos de horror, terror y pánico que enlutó a 180 familias, durante esos 168
días. Trataron de emular al aprendiz de 'comunicador' tres o cuatro periodistas
más, sin resultados positivos. Jacinto se lamentaba por no cumplir con su
trabajo de informar hasta que le llegó material y testimoniales suficientes
para desenredar la trampa del secretario de los panistas. El mentado lame
suelas habría sido secretario del hotelero, convertido en senador por el PAN,
Luis Coppola, una administración anterior.
Jacinto en 2007 habría estado en la Ciudad de
México gracias a que el Delegado municipal de Cabo San Lucas le otorgó en
cortesía un boleto de avión, ida y vuelta a la capital Mexicana, donde se
entrevistó con el hotelero en uno de
los pasillos del Senado de la República y a quien le pidió como Sudcaliforniano
que contendiera por la presidencia municipal de La Paz y luego a la
gobernatura, invitación que denegó el hotelero senador por así convenir a sus
intereses personales.
Enseguida le comentó que los perredistas estaban
cometiendo una serie de eventos criminales con el cártel de los Arellano Félix
y que traía en sus alforjas una especie de compendio de la revista Cárcel
Propia y que quería convertirlo en libro pero que no contaba con los recursos
económicos para ello. Le solicitó en préstamo el costo de la edición o, si era
su voluntad le patrocinara la impresión y que con eso editaría otros libros más
para denunciar las pillerías de los criminales convertidos en políticos de BCS.
El secretario particular escuchaba atento la
plática a quien le ordenaron que se encargara de la edición, en el entendido
que era en apoyo para cumplir con la promesa de exhibir a los malos políticos
de su estado.
En diciembre de 2007 llegó ese secretario al domicilio de Jacinto Romero en
La Paz BCS para anunciarle que ya pronto le llegarían los libros que le encargó
al senador y que el costo había sido de 17 mil pesos. Lo que dejó veladamente
claro el beodo lame suelas es que quería ese dinero.
El secretario, al no adjudicarse los 17 mil pesos
y al no 'repartirse' el libro, urdió otro plan para justificarse con su patrón:
utilizó un escrito del líder sindical de gastronómicos que emplazó a huelga al
hotel Los Arcos, propiedad del senador, para hacer creer que Jacinto lo habría
redactado.
Jacinto se disculpó con el senador a través de
correos por internet pero jamás recibió respuesta alguna del hotelero lo que le
vino a demostrar que su secretario jamás le pasó los correos. Coppola intentó
acercarse a Jacinto en una casona de campaña que tenía por la calle Ramírez que
después vendería a otro senador, pero este del PRI, Isaías González Cuevas,
pero un suave jalón de una señora hizo que el senador desistiera del reclamo, o
saludo.
Luego de un tiempo, Jacinto concluyó que ese
habría sido el motivo personal que utilizó el secretario para frenar las aspiraciones
del reportero del género negro, sobre los eventos del 31 de julio de 2014.
Bien, La banda de criminales que cometió el
triple homicidio empezó ubicar a los expuchas, sobre todo del Güero Layo y del
Oajaco para invitarlos a trabajar con ellos y, si no aceptaban darles ‘piso’
esta práctica la utilizaba el anterior encargado del secretaría de seguridad
pública Lenin Rodríguez quien fue públicamente descubierto al levantar a un
estudiante de la universidad, quien al negarse a seguir trabajando para ellos
lo desaparecieron sin que hasta el momento se tenga una idea de su
localización. Otro caso fue el de una dama, esposa de un puchas del Güero Layo,
que los mismos agentes de la secretaría de seguridad pública levantaron a media
noche por el bulevar Las Garzas y Nayarit, misma que desaparecieron sin que sus
familiares sepan hasta el momento dónde la sepultaron.
Debido a que Juan Antonio Herrera Guemez, conocido entre sus amigos como El
Tony, empezó a soltar la lengua de saber quiénes de la policía del estado
habían participado con el Rayo en los levantones y sepultura de los cuerpos, el
16 de agosto, al ir caminando por la pista del polideportivo del antiguo
aeropuerto, dos vehículos ingresaron al estacionamiento, una picap y un
automóvil, bajando primero el del picap pero al sentir el Tony cierto temor
trató de correr unos diez metros pero fue herido en una pierna, para enseguida
de caer, bajar el del automóvil quien con una pistola darle de balazos. La
necropsia encontró 13 heridas con arma 9 mm.
Por otro lado, por casi una semana estuvieron
tras los pasos del Gera, los ‘bien vestidos’ que participaron en la ejecución
del comandante Burgoin, mismos que se conducían en una picap oscura, modelo
reciente, observando todo los movimientos desde el estacionamiento de la plaza
comercial Mega que se encuentra a escasos 50 metros de la casa donde
habitualmente se veía al buscado, hasta que el 17 de agosto, al caer la tarde,
el objetivo tuvo éxito pues al llegar Gerardo Geraldo Méndez alías El Gera a bordo de un jetta color
blanco modelo reciente, tres de los ‘postes’ le salieron al paso cuando bajada
del auto, lo que percibió el buscado mismo que trató de huir a pie pero fue
alcanzado por los disparos de dos armas largas. La necropsia indicó que el
cuerpo presentaba 17 balazos calibre AK -47 y 12 de R-15.
La histeria colectiva se adueñó
de la población pues más de diez decenas de personas que se encontraban en el
interior de la tienda, en el estacionamiento y que pasaban por el lugar
empezaron a invadir las redes sociales con la información que ellos vieron, y
vivieron cuando llegaron agentes en patrullas del estado, municipales,
ministeriales, soldados de la marina y del ejército, convirtiendo aquél lugar
en un pandemónium.
De pronto el Comisionado de Inteligencia y Seguridad
Nacional (Cisen) filtró los nombres de algunos malos policías que estaban
trabajando para las bandas de delincuentes que se querían apoderar de la Plaza
de La Paz; figuran en la lista los que la gente ya empezaba a divulgar: Jesús Ragner Torres Moreno, comisionado de la policía estatal
preventiva (PEP); Fernando Guadalupe Ramírez Martínez, subcomisario del área de
operaciones de la PEP; Luis Alberto López López, quien ahora fungía como
director general de los centros de reinserción social; Martín Álvarez Savín,
subdirector de la policía ministerial; de nueva cuenta aparecen Jesús Estrada
Martínez (El Mono) y Javier Aurelio Parra Mungaray, aquellos agentes que
participaron en el triple homicidio del Kilómetro 8. Para distraer la atención,
agregaron a la lista los nombres de los comandantes de la policía ministerial,
David Martínez Castillo, Juan María Flores Álvarez y Francisco Martín
Güereña Escobar, mismos que estuvieron en el hospital, y otro de guardia,
cuando el Rayo fue herido y luego puesto en libertad.
El 23 de agosto Carlos Miguel Calderón Hinojosa (el Calderón) asistente especial
del coordinador de giras del gobernador, trató de salir en su carro de la calle Encino, casi esquina con Algodones del fraccionamiento
Villas del Encanto, donde se encuentra su domicilio, cuando de pronto un sujeto
se acercó a la ventanilla del chofer y le disparó tres balazos en la cabeza.
Por instinto el Calderón sube la mano izquierda en el momento de los disparos
por lo que una de las balas se la perforó y, las otras dos se le alojaron en la
cavidad craneana. La necropsia rebeló que el calibre utilizado era una 45, por
lo que el método de inferencias dice que el matón era, o fue, un elemento del
ejército o del grupo especial Gafes.
Tres días
después el comandante Tangera, señalado injustamente como cómplice de los
mañosos, detiene junto al grupo Jaguares a 5 sujetos que se encontraban a bordo
de un sedan oscuro, mismos que habían sido señalados como sospechosos por un
vecino de la colonia La Esperanza II. Las indagatorias señalaron que anduvieron
merodeando la casa de seguridad de otros mañosos.
En el
vehículo se le encontraron tres pistolas Prieto Beretta abastecidas y cuatro
cargadores, lo que revela que un arma se perdió en el traslado de los
detenidos. La PGR dejó en libertad inmediatamente a uno de ellos y a los días
dejó salir a los demás.
Para el día 26 de agosto el Diablo no dejó dormir a los cuerpos de
seguridad pues de Los Barriles le llegaron informes de una balacera. El suceso
se registró en la colonia El Ancón donde un puchas fue rafagueado cuando se
conducía en su vehículo, logrando escabullirse a pie por entre el monte, los
sicarios huyeron con rumbo desconocido y para cuando llegaron los de servicios
periciales encontraron 75 casquillos percutidos y el vehículo con 17 impactos
de bala AK- 47 lo que demostró que el asunto era entre narcos.
En La Paz, en la colonia Miramar un sujeto corría despavorido por las
calles Bahía Asunción e Isla Coronado, sin camisa, descalzo y esposado de
manos por lo que al ver a una patrulla les pidió auxilio pues dijo que recién
se les había escapado a unos sujetos que lo levantaron y que en el carro
llevaban a otros dos a quienes les habían dado una golpiza por entre el monte,
muriendo uno de ellos. Después se supo que éste sujeto era el que acompañaba al
Barbas, aquella noche del 31 de julio en que estuvieron en el hospital mientras
atendían al Rayo.
Declaró que los secuestradores habían llegaban a La Paz para vengar la
muerte del Pantera, fueran puchas, policías o funcionarios de gobierno pues no
permitirían una traición a ‘la empresa’. También declaró que él junto a dos
amigos estaban escondidos en una casa de seguridad de la colonia La Esperanza
II, declaración que demostró que los recién detenidos en la gasolinera ‘frente
a la casa del gobernador’ buscaban a estos escondidos.
El 1ero de septiembre, de nueva cuenta Los Barriles fue escenario de
una balacera pues tres sujetos llegaron a las diez de la noche a un domicilio
de la colonia La Laguna, mientras sus moradores se encontraban viendo la
televisión cuando de pronto abrieron fuego sobre la vivienda para enseguida
entrar y disparar a quemarropa sobre la humanidad del lugarteniente conocido
como el Chendo quien era acompañado por la bailarina conocida como La Melody. Media
hora después los matones llegaron al bar La Oficina donde hicieron lo mismo,
dispararon contra el bar y la vivienda contigua, saliendo de un camper el
distribuidor de droga conocido como el Pelón a quien subieron a un vehículo
para de ahí llevarlo por la carretera hacía San Bartolo y en el kilómetro 115
lo bajaron para enseguida literalmente ‘fusilarlo’. En la escena del
crimen la policía encontró 60 cartuchos percutidos de rifle AK-47
Cinco días después, a las once de la mañana los pasajeros de dos unidades
automotoras intercambiaron balazos en las calles 16 de septiembre y 20 de
noviembre, encontrando las unidades abandonadas en la tarde de ese mismo día,
una en la colonia Bellavista donde tienen sus casas de seguridad los Dámasos, y
la otra en la colonia Los Olivos donde se ocultan los del bando contrario. Ni
bien reportaban el hallazgo cuando en la colonia Santa Rita, el Picas era
ejecutado a escasos metros de su casa ubicada en las calles Biznaga entre Maguey y Bordo de Contención. Los matones venían tras
sus huellas desde Mazatlán Sinaloa donde era ampliamente conocido como sicario
de una célula delictiva.
A las 4 de la madrugada del día 10 de septiembre, en la calle Manuel
Encinas, casi esquina con la avenida Félix Ortega de la colonia Centro, los
servicios periciales recogían el cadáver de Marcelo Gómez cubierto el rostro
con su propia camisa, quien presentaba huellas de tortura, además de
estar atado de manos con los pies descalzos. La escena del crimen rebeló que el
caído intentó escapar pero en su desesperación cayó al suelo donde sus asesinos
lo remataron a golpes para al final asfixiarlo.
Mientras el ciclón caía sobre Los Cabos, en la población de Todos
Santos un mañoso y dos mujeres eran heridos de bala por un grupo de personas
armadas como un mensaje para que dejaran de vender droga en aquella población.
El éxodo no se hizo esperar, a los días del ciclón llegaron a La Paz
más personas violentas que se unieron a las distintas células que ya causaban
terror en la ciudad de La Paz. El 29 de septiembre cuatro pistoleros llegaron a
un domicilio donde el Güero Morales y su cuñado se divertían con dos damas
cuando de pronto abrieron fuego logrando dar muerte al cuñado e hiriendo a las
dos damas para enseguida el Güero dejarse caer ante la confusión de los matones
que en el fuego cruzado hirieron en el cuello a uno de su compañeros. Se
retiraron del lugar para en los momentos de llegar ambulancias y patrullas al
hospital, llegar también uno de los sicarios con el herido y donde fueron
detenidos. A los minutos llegó otra persona preguntando por un herido siendo
también detenido por las policías que se encontraban en el lugar.
Las detenciones de vendedores de droga y personas armadas, de parte de
la ministerial era la constante día a día pero la PGR los liberaba por ‘no ser
delito grave’ lo que vino a levantar la sospecha de que los puchas y matones
eran protegidos por los federales. Los días 6, 7, 8 y 9 de octubre sicarios de
la policía estatal y de los grupos delincuenciales dieron muerte a los
puchadores, primeramente a José Eleodoro (El Josesillo) López González lo
ultimaron a balazos tres encapuchados que se conducían a bordo de un automóvil
Honda Civic color guinda en la colonia Las Arboledas siendo testigo una de sus
niñas.
Al día siguiente fue localizado sobre el arroyo el
Cajoncito el cadáver de El Soldado quien en vida respondiera
al nombre de Daniel Castro Avendaño. El cuerpo presentaba huellas de tortura y
la cabeza con el tiro de gracia con un arma 45 exclusivas del ejército. Para el
día 8, el Panchito era abatido a tiros en la colonia Inalapa y, Eduardo López,
al día siguiente fue baleado con la misma arma 45, luego de escapar de sus
torturadores.
El Día Internacional de La Raza, los habitantes de La Paz lo
festejaron con la noticia de que en el kilometro 38, en el entronque con el
camino de terracería que conduce al ejido conquista agraria, (donde en el año
de 1996 encontraron sepultado el cadáver de un especialista en antenas
parabólicas – ver Avionazo en Baturi), se encontró un vehículo sedán, cuatro
puertas, placas de renta, quemado y, en cuyo interior se había dos cuerpos
calcinados, a un lado del vehículo, otro cadáver más. Los servicios periciales concluyeron
que antes de quemarlos los habían torturado brutalmente. Dos días después en
Youtube apareció un video que según expertos en criminalística externos a los
cuerpos de seguridad habría sido videograbado en el interior de las oficinas de
la secretaría de seguridad pública y, de acuerdo a las formas del
interrogatorio, estos lo habrían realizado agentes de esa institución.
A partir de este suceso los levantones y ejecuciones fueron el pan de
cada día. El Cocaya, autonombrado El Reportero Urbano empezó a ganar
popularidad pues recibió apoyo del precandidato Isaías González Cuevas y,
enseguida algunos comercios empezaron anunciarse con él. Los especialistas
dedujeron que estaba siendo utilizado para generar más miedo y terror en la
población y, enviar mensajes subliminales entre células delictivas. Lo mismo se
dijo del semanario Zeta pues era el único medio de comunicación que se llevaba
las exclusivas.
“Otro más, otro más” anunciaba el Cocaya en su portal: “en el arroyo
cercano a la colonia Agua Escondida fue encontrado un cadáver con un golpe en
la cabeza, bocabajo, esposado de manos, y con un charco de sangre”. Tres días
antes habría anunciado una balacera en la colonia Benito Juárez donde salió
herida una persona.
Sábado a sábado algunos lectores esperaban la llegada del semanario
Zeta de Tijuana ‘pues traía información que los medios locales no publicaban’.
Tan pronto anunciaba que las ejecuciones las realizaba un bando, comandado por
distintos sujetos, para a la semana siguiente corregir la plana informando la
llegada de jefes y la salida de otros para ir a esconderse a Sinaloa. Los
espectaculares de van por el Oajaco, luego van por el Grande y así, por el
Rayo, por el Dámaso, por el Compadrón llenaban las expectativas de sus
seguidores que no se percataban de los mensajes entre líneas que se podían leer
en cada página.
El recuento de caídos era la constante en el semanario, así como las
publicaciones ya que una semana eran suministradas por el Cisen, otra por
inteligencia militar otra por la policía ministerial, otra por la policía del
estado y por la municipal que diferían en mucho de la verdad histórica,
notándose en los mensajes subliminales que unos protegían a determinado grupo
delincuencial, la policía del estado a los de Luis Montoya, los del ejército a
otro, y que el Cisen recibía datos de todos. Se notaba que deseaban sacar de la
jugada a los puchadores del Babay y del 00.
La detención de personas armadas y luego liberadas vino a desacreditar
aún más a la autoridad federal, pues no pasaban encerrados ni 30 días cuando ya
se les veía en las calles haciendo de las suyas. Las campañas por la
gobernatura, las cinco alcaldías, las 21 diputaciones locales, y dos federales
pasaba de noche entre el electorado que mejor leía y comentaba lo que se imaginaba
en las redes sociales.
La participación de los hijos de los perredistas se confirmó con la
detención del 28 pues la noche del 26 de noviembre de 2014, en un operativo
conjunto del ejército mexicano y de la Armada de México, participando de
‘lejecitos’ las policías del estado, ministeriales y municipales, detuvieron en
una casa de seguridad a más de 20 sujetos, entre caballeros y damas y algunos
secuestrados, en posesión de armas largas, pistolas, cartuchos, granadas,
celulares, lap tops, radios oficales Matra, de los utilizados por
la policía del estado, en este caso el radio estaba a cargo del policía
conocido como el Yiyo.
La PGR sólo dio a
conocer la detención de, además del 28, de cinco pistoleros entre los que
destaca el sobrino del perredista Leonel Cota, conocido como el Miyagui, así
como al Recio, el Moreno, el pelón y la Lupita, éstos últimos originarios de
Mazatlán Sinaloa. La nota de la detención pasó desapercibida por todos los
medios de comunicación o, como dicen coloquialmente entre los reporteros,
fueron a feriar al jefe de jefes de las izquierdas, como se había autonombrado
el exgobernador, o en el peor de los casos, muchos de los periodistas como le
deben el título, callaron por esa complicidad silenciosa que da el hambre.
Después de la
detención del 28, quien se dijo protegido por el director de la policía
ministerial y por agentes del estado, los cuerpos de los levantados por
los delincuentes empezaron a aparecer frente a los domicilios de agentes y
jefes tanto de la ministerial como de la policía del estado, con mensajes
grabados en la piel y/o en cartulinas con dibujos de murciélagos, lo que llamó
la atención de un grupo investigador venido de la ciudad de México, mismo que
tras una quincena de rastreos logró dar con el paradero de otro beneficiado por
el PRD, este hermano de El Coreano, brazo armado de Leonel Cota, conocido como
El Furby y quien habría sido agente de la policía ministerial en los tiempos
gloriosos de ese cartel político.
Los cómplices resultaron ser gente traída de otras
latitudes para reforzar el pleito por la plaza, de nombres Carlos Villegas,
Servando Robles y un sujeto apodado como el Yoquer. En el lugar liberaron al
secuestrado que resultó ser un empleado del bar Las Redes propiedad de
servidores públicos lugar donde por cierto se vende droga en cantidades
exageradas.
El día de los inocentes el agente de la policía
estatal Tito Jauregui fue baleado cuando cruzaba una calle del fraccionamiento
Arcoiris III. El evento hizo recordar que el día 9 de diciembre militares le
hicieron el alto cuando se conducía en una motocicleta, pues días antes una
llamada anónima lo denunció por vender la droga del Pepillo, pero no se detuvo
sino que imprimió velocidad para enseguida introducirse en su casa marcada con
el número 368 de la calle turquesa, precisamente de la colonia Arcoíris III
desde donde videograbó a los militares que, al no traer orden de aprehensión se
retiraron del lugar.
Tito cometió un grave error pues subió a Youtube
la supuesta agresión de las fuerzas armadas lo que lo colocó de pechito para
que la otra banda de distribuidores lo ubicara y tratara de asesinarlo ese día
28 en que cruzaba la calle artículo 15, cerca de su casa. Los vecinos se dieron
cuenta que a bordo de una unidad tres sujetos le dispararon para enseguida
darse a la fuga con rumbo desconocido. Una vez más la participación de agentes
policiacos dentro de las redes del narcotráfico quedó al descubierto pero los
jefes solaparon al desleal Tito Jauregui.
Al entrar el año de 2015, el terror ya estaba
apoderado de la población paceña pues día a día eran encontrados restos humanos
descuartizados, en hielera, en bolsas negras, otros atados a cobijas o dejadas
piezas como el de una cabeza que se encontró un escolapio que cruzaba por la
primaria Emma Osuna, por las calles de Manuel Torre Iglesias y Regidores
de la colonia Lázaro Cárdenas. El menor pidió auxilio a una señora que pasaba
por el lugar, misma que habló a la policía y en menos de 10 minutos aquello era
una nube de reporteros que anunciaban el hallazgo.
El evento se registró en los medios por varios
días ya que la cabeza pertenecía a un hijo de la que fuera líder priista de
colonia conocida como La Pancha Avilés. El resto del cuerpo fue localizado en
varios puntos de la ciudad con mensajes dirigidos a las policías ministeriales
y del estado, específicamente decían los narcomensaje “Síganme mandando
madrinas hijos de su puta madre. Hay te lo regalo Saulito síguele con tus
mamadas pues. Atte CDS” y el otro “Ahí te lo regalo Parra. Atte. CDS” los dos
con el murciélago pintado.
Para este entonces, los que fueran integrantes del
cartel liderado por Lenín Rodríguez empezaron a conformar las células brutales
que le achacaron a un tal Cochi, de nombre Raúl Castillo de la Rosa quien a
partir de su ingreso como nuevo jefe de uno de los grupos, empezó a levantar a
expuchadores para que trabajaran para él, caso contrario, de no hacerlo, los
descuartizaba y esparcía los restos por la ciudad de La Paz.
Por esa razón, el 16 de enero fueron a un
domicilio de la colonia Revolución donde buscaban a los hermanos Juárez Mora,
pero como los matones no lo conocían preguntaron a un señor que encontraba
acostado en su cama, junto a la mujer, que si quién era Humberto Juárez: Yo soy
dijo seguro el papá y en esos instantes le dispararon, muriendo en el acto ante
el asombro de la dama a quien preguntaron que si dónde estaba los otros dos
hermanos. Humberto tiene tres hijos, dijo ahora ante el asombro del matón que
notó que había matado a la persona equivocada y mejor salió sin decir más.
Después del alevoso asesinato, los cuerpos de
seguridad detuvieron a dos sujetos en posesión de 23 envoltorios de droga,
mismos que trataron de huir en una cherokee al notar la presencia policiaca,
los cuales dijeron llamarse Eduardo Hernández y Martín Alvarado con los alías
de el Condor y el Kumi. Enseguida los llevaron al Centro de Operaciones
Estratégicas (COE) donde con una calentadita aceptaron que habían participado
como halcones en el homicidio de la colonia revolución.
Ya más calmados dijeron que ellos trabajaban para
el Pepillo y el Frank, quienes peleaban la plaza contra el compadrón y el 28.
Que ese 28 que dicen que detuvieron no es el verdadero, sino otro bato más
pesado y que están jalando a los puchas de uno y de otro bando causando enojo
entre los jefes.
Con los datos aportados por el Cóndor y el Kumi,
la SEIDO realizó un intercambio de información con los grupos de inteligencia
de las fuerzas armados hasta lograr identificar tres casas de seguridad del
Compadrón para el día 26 iniciar el operativo conjunto, culminando con la
atención de este. Fue en un domicilio cercano al fraccionamiento Fidepaz donde
lo localizaron cuando trataba de huir pues recién había sido informado por
celular que iban por él. El Compadrón en el momento de la detención dijo no ser
la persona que buscaban pero un oficial del ejército le dijo que no se hiciera
pendejo, que lo tenían bien identificado.
El 11 de febrero de 2015, al caer la tarde un
grupo armado llegó a un domicilio de la colonia Santa María, donde una mujer
disparó 9 balas de una metralleta de las conocidas como cuerno de chivo.
Servicios periciales informó que tres de las balas se alojaron en la cabeza de
un narcomenudista, con amplio antecedente como ratero y pucha al servicio del
pepillo y del 28.
Ese mismo día, después de la medianoche, una dama
estacionó una vagoneta en la acera izquierda de la calle 16 de septiembre, a 25
metros de la calle Aquiles Serdán, cuando de pronto una camioneta de la policía
municipal pasa despacio. La dama bajó el vidrio y dijo -- Jefe, vengo a dejarle
cena a mi esposo, es el administrador del hotel – El chofer de la patrulla
inclinó la cabeza en señal de aprobación, luego imprimió velocidad para seguir
con su recorrido habitual sin imaginar que esa dama se convertiría, semanas
después, en la más buscada de La Paz BCS. Enseguida otro vehículo se estacionó
casi en la esquina de donde bajaron dos tipos, uno de ellos se emparejó a la
dama que ya caminaba por la acera del hotel, mientras que el otro se cruzaba la
calle para servirles de ‘poste’ para evitar sorpresas.
Luego de tocar en la entrada, y creyendo el
administrador que era un apareja que buscaba pasar un rato, abrió la puerta
para inmediatamente preguntar por dos personas que recién se habían registrado
en el hotel. Los tres observaron el libro de registro y, una vez que dieron con
los nombres y el cuarto, unos hombres armados irrumpieron en el silencio de las
habitaciones, llevándose esposados y cubiertos del rostro a dos capitanes de
barco.
La ola de levantones alertó a las féminas que
trabajaban en los centros nocturnos pues más de una docena de mujeres, adictas
a las drogas, desaparecieron de distintos bares y casas de cita de la
ciudad de La paz y, en las balaceras y ejecuciones ya empezaban a participar como
halconas, postes, choferes, cocineras, y prestadoras de sexoservicio entre los
integrantes de los grupos violentos que cambiaban de casas de seguridad cada
tres o cuatro días.
El 24 de febrero, luego de asesinar a un levantado
por el camino de terracería, rumbo del club caza, tiro y pesca Los Gavilanes,
los asesinos escucharon por la frecuencia de un radio propiedad del director de
la policía municipal Manuel Arce Delgadillo que iban por unos sujetos armados
que se conducirán en un automóvil mitsubishi, vidrios polarizados, color
guinda, sin placas de circulación. De inmediato, sin terminar con su trabajo de
sepultar al ejecutado, los criminales subieron al vehículo pero al llegar a la
carretera a Los Planes un convoy armado de las policías los obligó a doblar con
dirección a La Paz y, en el entronque al libramiento a Pichilingue otras
patrullas le cerraron el paso por lo que doblaron a su derecha y a cien metros
fueron recibidos a tiros por las fuerzas armadas. La escena del crimen rebeló
que el chofer yacía sobre los asientos delanteros, con una granada entre las
manos. Un segundo cadáver yacía con el cabeza en el suelo y el cuerpo en el
asiento trasero. El tercer tipo presentaba 7 tiros en la cabeza, por lo que se
dedujo que fue una masacre de parte de las fuerzas armadas.
Luego de la masacre los sabuesos de servicios
periciales se encaminaron por el camino que los vieron salir, encontrando cerca
de un rancho a una persona muerta. La necropsia rebeló que tenía huellas de
estrangulamiento y que después le dieron un golpe en la cabeza lo que le
produjo abundante sangrado y la muerte. En un perímetro de diez metros se
percataron que había indicios de dos fosas clandestinas por lo que procedieron
a desenterrarlas y, ¡sorpresa! Encontraron dos cadáveres en estado de
descomposición con tres meses de muerto uno y tres semanas el otro.
El 11 de marzo, después de las diez de la noche,
un pelotón de las fuerzas armadas que pasaba por el malecón de La Paz, notó que
dentro de un picap color blanco, doble cabina, se conducían cuatro pasajeros
con armas largas por lo de inmediato trataron de pararlos pero los bandidos
imprimieron velocidad disparando en contra de ellos y arrojaron una granada que
no explotó. Frente al hotel Perla volvieron a lanzar otra granada que tampoco
explotó por la inexperiencia de los aprendices de gatilleros por lo que las
fuerzas armadas solicitaron el apoyo de las diferentes fuerzas de seguridad,
logrando ‘encajonar’ a los perseguidos en las calles de Aquiles Serdán entre
Navarro y 5 de Febrero, para dos de ellos disparar sin ver, otro más esconderse
entre las sombras de la noche, mientras que el chofer se quedaba al volante sin
oponer resistencia.
Los que dispararon fueron repelidos por los
militares que lograron herirlos en las piernas, mientras que el escondido logró
escapar gracias a que los policías del estado lo resguardaron entre sus
unidades, para después sacarlo del lugar sin que los militares y marinos se
percataran. Una vez en los separos, los detenidos solicitaron declarar sin la
presencia de los ministeriales, municipales y del estado porque, dijeron,
estaban dentro de la ‘polla’ de gatilleros al servicio de los grupos violentos.
Jacinto Romero hijo, esa noche dormía plácidamente
a escasos cien metros de la balacera, por lo que de inmediato se levantó y, sin
el celular en la mano para grabar la escena del crimen que se imaginó estaba a
cincuenta metros de su casa, se deslizó cual gato en la oscuridad hasta
alcanzar la barda que da a la calle y, con más precaución que miedo sacó y metió
la cabeza por entre las rejas pues la luz que producen los disparos lo
obligaron a casi untarse a la pared al momento de ver a su sobrina que grababa
el ruido que provocaban las patrullas, ambulancias, los cuernos de chivo, R-15,
M1, pistolas y granadas de iluminación o de aturdimiento lanzadas por las
fuerzas armadas para ubicar a los mañosos.
De regreso a su recámara subió al facebook la nota
de los sucesos sin conocer los hechos de fondo cuando de pronto más de cien
cibernautas hablaban de lo mismo, incluso una dama se atrevió a comentar,
cuando subió una videograbación con los ruidos descritos, que le había ganado
la nota al reportero urbano. Por más de dos horas las redes estuvieron
reportando los hechos que veían las personas que pasaban por el lugar. Amaneció
el día y los cordones de seguridad seguían en esas calles hasta en la tarde en
que, según algunos vecinos retiraron el cadáver de un militar que jamás se
reportó oficialmente.
Para estas fechas, y gracias a la ‘colaboración’
de los detenidos, los nombres de Luis Montoya, El Cochi, el 28, el mini lic,
los Dámasos, se mencionaban como jefes de distintos grupos violentos protegidos
por las distintas policías municipales, estatales y federales por lo que las
fuerzas armadas empezaron a intercambiar información sin dar cuenta de ello a
los protectores oficiales. Ante el temor de ser menguados por los militares,
los narco videos empezaron a inundar las redes sociales con amenazas de que
esto apenas empezaba. Le pedían al gobernador que no se metiera porque esta era
una guerra por la plaza de las drogas.
…….
Bien, al inicio de la campaña por la gobernatura
de BCS, un sobrino del candidato de Morena fue herido de bala por policías
municipales que repelieron una agresión de parte del mentado Perro Castro, hermano
de otro pillo que se vio inmiscuido en el asesinato de un joven abogado en el
Bar Las Micheladas ubicado en el malecón y, donde por cierto, el hijo del
gobernador en turno fue quien disparó las mortales balas que privaron de la
vida a quien tenía por delante toda una vida de éxitos. Hoy su padre, a cuanto
gobernador llega al poder, le pide que se haga justicia.
El viernes 3 de abril de 2015, alrededor de las 8
de la noche, el Toro salió de su casa en Ocampo, casi esquina con Yucatán a la
tienda de la misma calle Ocampo, pero esta esquina con Chiapas, donde compró un
gansito y una cocacola y se regresó al mullido sillón de la sala donde veía la
televisión cuando de pronto un sujeto descendió de un vehículo color blanco,
pistola en mano y, ahí sentado donde estaba le dio de balazos. Unos días antes
Manuel, el hijo de Leonel Cota lo habría ‘descontado’ con una manopla en el Bar
Las Redes. La policía se dio cuenta del pleito pero dejó ir la junior pues le
tenían miedo al temperamento explosivo del Toro. Curiosamente un forista del
Colectivo Pericu escribió: Siguen los familiares del Puchas (Víctor Castro) y
Víctor Guluarte QUE SE ESCONDA EL HIJO DE LEONEL QUE YA LO TRAEN EN LA MIRA
VERDAD NARIXCIO
Con la intención de proteger al Cochi, al 28, a
Luis Montoya, al Grande, la policía ministerial y del estado empoderaron
mediáticamente a la China, aquella mujer que fue levantada y obligada a
participar, primero como halcón y luego como ‘poste’ en las ejecuciones, para
después obligarla a portar armas largas de la conocidas como cuerno de chivo
para que quedara grabada su participación y de esa manera crear en torno a su
figura en ser diabólico.
Con la detención de otros puchas, las fuerzas
federales y militares ‘se enteraron’ que Melisa Margarita (la China) Calderón
Ojeda se habría convertida en jefa de sicarios por lo que enfocaron sus
baterías en su ubicación y posterior detención. Pero no fue hasta casi 8 meses
después que, al estar en el aeródromo de San Lucas que se le identificó y
detuvo en compañía de una menor de edad.
El 5 de abril por la madrugada, y después estar
bebiendo en compañía de su novia en los bares del malecón, Giovanny López,
alías el Héctor fue literalmente emboscado a bordo de su vehículo enfrente de
la discoteca Dubai, de reciente apertura por cierto, quedando su cuerpo sobre
el asiento del conductor y herida su novia y una pareja de militares que se
encontraba en el asiento trasero del vehículo y que recién habían salido del
Bar Las Redes. El caído era cuñado de un agente de la PGR, mismo que le daba
protección al caído por pertenecer a los grupos violentos que ya amenazaban con
desestabilizar la campaña política que recién empezaba.
Fue a partir de esta ejecución que la China empezó
a ser noticia de 8 columnas pues se le vio manejando una Cheroke roja donde se
trasladaba el matón que terminó con la vida del Héctor. Segundos antes, al
tratar de esquivar al matón, el Héctor golpeó a otro carro por detrás para
luego estamparse con un poste de luz mercurial. El conductor del otro vehículo
de bajó para reclamar pero fue obligado de desistir de tal acción al escuchar
los disparos mortales. Alcanzó a distinguir a la mujer que manejaba la Cheroke
y a otra dama más en el interior de ese auto.
Los sucesos criminales se daban casi dos por día
pues los que no eran levantados, eran ejecutados, o desenterrados de fosas
clandestinas, y los menos detenidos en posesión de droga y armas para dos o
tres días después salir libres con su módica cuota por el amparo federal que
les daba impunidad para seguir delinquiendo tanto en el municipio de Los Cabos
como en el de La Paz BCS.
Siete días después dos cadáveres fueron
desenterrados por la zona de Los Gavilanes. El 17 de ese mismo mes de abril, un
sujeto fue encontrado muerto con huellas de tortura por la carrera a Los
Planes. Cuatro días más tarde uno más, uno más – anunciaba el reportero urbano
-- en el mesquitito. Al día siguiente otra en La Miramar. El 23 asesinan al
otro en El Pescadero. Cuatro días después uno más en La Guerrero y otro en La
San Agustín. El 29 dos a bordo de su vehículo y uno más en el interior de
su casa.
Después de los festejos, con un desfile por el
malecón, el Día del Trabajo por la tarde, dos sujetos fueron detenidos a bordo
de un vehículo Nissan en posesión de un arma 9 mm y puestos a disposición
de la autoridad competente, sin embargo alcanzaron la libertad al día siguiente
pero para su mala suerte ya que la madrugada del día 4 fueron ejecutados junto
a otro pistolero más en una casa de la Colonia Los Olivos, lo que vino a
demostrar, una vez más, que la autoridad pasaba la información al grupo
criminal contrario a estos pistoleros. Por la tarde el cadáver de una mujer fue
encontrado por un camino de terracería.
La madrugada del 153 aniversario de la
batalla de Puebla, un grupo armado se introdujo – según el boletín de la
policía ministerial, ¡al mismo domicilio de la noche anterior!, donde dormía
plácidamente Everardo García alías el 20 a quien dieron muerte, para después
ser repelidos por un chamaco, menor de edad pero bueno para el fusil, que
dormía en el techo de la casa, y desde donde alcanzó a dar muerte a dos de los
sujetos cuando huían.
Aprovechando el nublado, un agente del ministerio
público de la federación pactó con un acusado ante Cofepris para que asesinara
al denunciante. Pues bien, a los tres días de la anterior ejecución, Erick Von
Borstel, fue asesinado por estrangulamiento y dejado su cuerpo a seis cuadras
de la casa que – dice la autoridad-- le rentaba ¡precisamente al 20! A un lado
del cadáver del estrangulado se observó una cartulina con el mensaje de: Pa´que
no sigas de soplón.
El cuadro lo armaron de tal manera que el
asesinato se lo achacaron a los grupos violentos pues casualmente el
estrangulado presentaba la palabra China tatuada en su piel.
Una vez que Jacinto Romero publicó que la escena del crimen decía todo lo
contrario a la autoridad, el MP federal utilizó al semanario Zeta para publicar
que los matones ahora utilizaban diversos métodos de ejecución para despistar a
sus perseguidores.
El Día de las Madres amaneció con un muerto más,
éste en el entronque que conduce a la población de Todos Santos, según se
va por la carretera de La Paz a El Triunfo. El occiso llevó por nombre Leonardo
Gaxiola Martínez, alías El Alazán quien junto al Cochi habría
ejecutado a dos personas en San José del Cabo, en vehículos a cargo del ex MP
Federal y después jefe de peritajes de tránsito de La Paz. Los vehículos eran
del candidato a la presidencia municipal y exgobernador de BCS por el PRD,
Narciso Agúndez.
Al día siguiente Luis Ulloa murió a consecuencias
de recibir 20 balazos calibre 9 mm, evento registrado en la colonia Paraíso del
Sol. El día 12 dos sujetos fueron acribillados a balazos al salir del Tienda
Ley Las Garzas. En la escena del crimen se encontraron casquillos de armas
calibre 45, 39 y 9 mm. Por si ello fuera poco, en la mañana de ese día se
encontraron restos dispersos en distintas colonias de la ciudad de La Paz,
primero el dorso, enseguida la cabeza y luego pies y manos lo que generaba
mucho miedo en las personas que se trasladaba a sus trabajos, o salían de
ellos. Salir a las calles era de pensarse.
Geovanny Núñez, alías el Loco, luego de pactar con
él, después de ser detenido por robar una picap azul, fue utilizado para
‘enderezar’ las muertes del Héctor y del Von Borstel, pues las dos estaba
relacionadas con agentes de la federación, éste dijo que mataron al Erick
porque dio la ubicación del Oso y, casualmente, le fue encontrada en su
billetera un papel que contenía un croquis, donde ejecutarían al Héctor con las
anotaciones de La morra lo pondrá ahí.
En el aniversario del día de La Marina
Nacional por la tarde, policías, marinos, militares, federales y
municipales acordonaron las cercanías al restaurante de mariscos El
Vado ya que minutos antes desde una patrulla picap de la policía estatal
preventiva, le hicieron el alto a los tripulantes de una suburban color blanco
donde se conducían 5 sujetos armados por la colonia Villas del Encanto con
rumbo al bulevar Pino Payas, mismos que arrojaron una granada de fragmentación
que hirió al acompañante del chofer de la patrulla, evento por el cual
solicitaron el apoyo de todas las fuerzas armadas.
Los sicarios, entre ellos El Grande al recibir 5
impactos de otros elementos policiales que se encontraron de frente, pararon la
camioneta frente al restaurante El vado, el cual cruzaron por entre los
comensales para internarse por entre el monte, desde donde disparaban sus
potentes armas, convirtiendo aquello por cerca de una hora en un sitio de
guerra, momentos que aprovecharon reporteros y camarógrafos de diferentes
medios para cubrir la nota.
La tensión fue tal que el camarógrafo Adolfo
Lucero se quejó ante sus compañeros de un infarto al corazón, que lo llevaría
minutos después a la muerte, mientras se anunciaba la detención del Grande
quien se encontraba herido de bala junto a tres cómplices más, logrando huir el
quinto de ellos.
La camioneta presenta 5 impactos de bala del lado
del conductor y el cristal de ese mismo lado roto, donde en su desesperación el
Grande disparó sin bajar el vidrio. Una vez ‘estacionada’ sujetos desconocidos
le colocaron propaganda política del PAN para ser utilizada en su campaña sucia
pues los demás candidatos ya se sentían perdidos.
El pleito entre las células violentas trajo
aparejado la facilidad para acabar con ellos pero como estaban metidos todos
los mandos medios y jefes de las policías, éstos dejaron que se acabaran entre
sí. Lo mismo sucedió con los candidatos de los diferentes partidos a excepción
del PAN que supo disciplinarse. En el PRI, el pleito entre los precandidatos
Esthela Ponce e Isaías González al no ser ellos los abanderados del tricolor
dejaron que el abanderado por el nacional, Ricardo Barroso trabajara sólo e,
incluso, el día de las elecciones no operaron las estrategias diseñadas para
llevar a sus votantes a las urnas. Como resulta obvio el PAN se llevó carro
completo: la gobernatura, las 5 alcaldías y 15 de las 16 diputaciones.
El Cochi, el 28, el Grande, el Oso, la China y
el Navigeitor, en forma separada peleaban la plaza contra Luis
Montoya y la gente del Javi, el Babay y el Cero Cero que controlaban la zona de
La Paz y Los Cabos. Las primero 5 células violentas se fueron conformando en
torno al 28 o Los Dámasos pero la brutalidad cometida en el Ejido Melitón
Albañez (donde mataron a dos niños) y los errores en El Centenario (donde
confundieron a una pareja con gente de El Cochi) así como la ejecución de un
jovencito que venía de Cabo a estudiar enfermería y de un extrabajador de CFE,
aceleró que les fuera retirada la complicidad con las fuerzas policiacas,
trabajando éstos sólo para Luis Montoya, El Cero Cero y El Javi. Es aquí donde
se rompe la doble plaza.
El 16 de junio, en peliculesca persecución por el
fraccionamiento Bellavista, se logró la captura de dos peligrosos sujetos que
venían de Los Ángeles California, conocidos como El Chino y El Scar, de nombres
Héctor Gómez de 20 años de edad y Sergio Núñez de 24 años, a quienes les
obligaron a declarar que uno de ellos era el novio de La China quien habría
sepultado clandestinamente a dos hombres y tres mujeres por la playa conocida
como El Comitán. Con esto le daban protección a quienes a partir de los últimos
acontecimientos serían los arreglados para vender droga entre los
viciosos de las localidades de Los Cabos y La Paz y, en esa jugada de dos
bandas, empoderaban mediáticamente a La China como una sicaria peligrosa.
De pronto llama la atención de la ciudadanía la
liberación del Simón, a quien los medios de comunicación dieron por llamar el
Sepulterero y de quien estos mismos medios hicieron ‘un tipo peligroso’ por
indicaciones de la procuraduría general de justicia de BCS, todo esto para no
inculpar a 14 policías ministeriales y del estado que habrían participado en
los levantones de las personas que después darían muerte por indicaciones del
Pepillo y el Rayo, (éste fue herido de bala en las ejecuciones del 31 de julio
de 2014 en el K8) narco jefes éstos dos, de la zona sur de la ciudad de La Paz.
Las fosas clandestinas fueron descubiertas el 10
de junio de 2013 debido a que el malandro conocido como el Quique fue detenido
al ser dado de alta del hospital donde convaleció una herida de bala provocada
por el Simón a quien le habría robado una laptop cuando durmió en su casa.
Debido a que el propio Simón lo demandó por el robo y, al no detenerlo la
ministerial, el robado intentó hacerse justicia por mano propia pero para su
desgracia todo eso desencadenó una serie de acusaciones en su contra de parte
del propio acusado.
Simón confesó saber dónde los jefes de la Plaza
habrían sepultado a 22 personas que levantaron los policías a las órdenes del
Rayo y del Pepillo, por lo que de inmediato los agentes investigadores de la
policía ministerial llevaron al detenido al supuesto lugar ubicado en la
Colonia Los Tabachines y donde, después de excavar distintos lugares
encontraron 7 cuerpos.
Ante estas ‘precisiones’ del que después se
consideró ‘tumbado de la burra’, el procurador ordenó detener las
investigaciones pues podría dañar la imagen del gobernador Marco Covarrubias,
recomendando eso sí, que las declaraciones del Simón no se tomaran en cuenta
pues no estaba bien de sus facultades mentales y hacía señalamientos sin
fundamento en contra de agentes y jefes de la subsecretaría de seguridad
pública y de la ministerial.
De inmediato el procurador suspendió su agenda que
lo mantenía en Ciudad Constitución, para enseguida ordenarle a su chofer
que se regresara con los escoltas a La Paz pues su vehículo lo manejaría el
jefe de la policía ministerial. Manejó con exceso de velocidad, hasta que en el
kilómetro 67 perdió el control del picap para enseguida provocar un accidente
de carretera con saldo de 3 personas muertas.
La liberación del
Simón se debió a que la procuraduría de justicia, como siempre, basó su
‘investigación’ en señalamientos de ‘testigos’ y no en la reina de las pruebas
(servicios periciales) como lo hacen en los países desarrollados. Al
retractarse los testigos, las pruebas de cargo se desvanecieron, motivo por el
cual la juez no tuvo otra opción que decretar la libertad por falta de pruebas.
Ante el temor de que
el Simón pudiera comprobar que los policías eran los responsables de los
levantones de los sepultados, el 9 de agosto unos sujetos balacearon el auto
malibú donde se conducía por la colonia Las Américas, para enseguida dar
trompicones en la guarnición cerca de una gasolinera, para enseguida subir a
una toyota ‘for runer’, dejando el malibú ponchado sobre la
guarnición.
A los minutos, por su
propio pie llegó al hospital Salvatierra para que fuera atendido de 5 balazos en
el antebrazo, pierna y abdomen. Desde luego que los medios de comunicación
aprovecharon la ocasión para publicar los boletines por debajo del agua que la
autoridad les proporcionaba, para de esa forma justificar su deformado trabajo,
llamándolo asesino serial, sepulturero, protegido y, desde luego la
procuraduría de justicia tirar la pelota en contra de la juez quien a su vez
era defendida por el tribunal superior de justicia, acusando de mal armada la
averiguación previa pues los testigos se retractaron, y luego de hacerlo los
perversos policías del estado que sirven a los grupos violentos asesinarlos por
‘culones’
De la misma forma, el
despacho de abogados que tramitaba un amparo a favor del Simón, a quien querían
detener violando la ley, pues no tenían orden de aprehensión, fue balaceado
como una forma de advertencia para que dejara de cumplir con su trabajo. Otro
abogado, vecino pared con pared de éstos, fue perversamente señalado por
reporteros que se imaginan los hechos, con tal de ganar la noticia, como a
quien fueron dirigidos los balazos, incluso uno de ellos se atrevió a publicar
una foto con el rostro tinto en sangre.
Lo que no se dieron
cuenta éstos candidatos al ´premio pulitzer choyero’ es que al sembrar terror
sicológico crearon una perfecta arma para amedrentar a la población, sobre todo
ésta de BCS que recién había vivido un proceso electoral, para de esa forma
inhibir cualquier brote de inconformidad al interior del PRI pues les era
inconcebible que partido alguno les hubiera ganado carro completo. Claro que la
idea debió brotar de los ‘asesores’ de Isaías o de Esthela pues eran éstos a
quienes estaban enfocadas las baterías de la traición.
Mientras ello
sucedía, trascendió que la procuraduría de justicia armaba más delitos para
solicitar orden de aprehensión en contra del Simón quién, al enterarse del
ardid ministerial, fue manipulado por quienes lo dominan mentalmente para darse
a la fuga. La madrugada del 13 de agosto, en ‘un descuido’ (se durmió) del
único guardia que le vigilaba la puerta, el Simón fue auxiliado por su novia
quien lo ayudó a subir a una camioneta, preparada ex profeso para la fuga, para
de ahí conducirse a la colonia Villas del Encanto pero una patrulla les hizo el
alto y en la revisión notaron que el hombre iba ensangrentado, evidencia que
les sirvió para detenerlos ante las amenazas de muerte de la novia y del
herido.
Con la orden de
aprehensión ‘calientita’ el mal llamado asesino serial fue nuevamente encerrado
en la cárcel, donde seguramente recibirá tratamiento sicológico para que
‘olvide’ la participación de policías del estado y ministeriales al servicio de
los grupos violentos.
Coincidentemente
a la salida, balaceada, fuga y reaprensión del Simón, los asesinatos,
ejecuciones y ‘levantones’ de puchas y adictos incrementó el morbo en los
medios de comunicación, trasmitiendo el mensaje de que la guerra entre grupos
violentos no acabaría en BCS. Jacinto Romero fue el único que se atrevió a
señalar que en menos de tres meses se acabaría esa ola de violencia, noticia
que fue recibida con agrado por algunos periodistas honestos (hay pocos) No fue
así cuando pronosticó carro completo para el PAN, al inicio de la campaña
política. Incluso fue causa de burla de varios adictos al PRI que escribían
largos jajajas en su facebook. Una vez que el pronóstico se cumplió, ninguno de
los burlones se atrevió a rectificar su mofa.
Los cuerpos de
seguridad que trasmiten subrepticiamente la información privilegiada para
algunos medios de comunicación, aprovecharon la recta para hacer creer que el
incremento de estos nuevos hechos violentos se debía a la salida del Simón y no
a la participación del estado para inclinar la balanza a favor de Luis Montoya
en La Paz y del Javi en Los Cabos. Sin embargo fueron varios usuarios de las
redes sociales que se percataron que los boletines oficiales sólo daban a
conocer como responsables a la China, el Cochi, los Dámasos o los 28.
El 17 de agosto de
nueva cuenta la marisquería Del Vado (donde muriera un camarógrafo en los
momentos de la detención del Grande) fue escenario de una balacera con saldo de
un muerto y dos heridos. El fallecido era el jefe de plaza de la población de
López Mateos del municipio de Comondú y los heridos, uno el dueño y otro el
músico que amenizaba el lugar. Al salir los matones dispararon contra una picap
Ford Lobo que les pareció sospechosa, enseguida subieron a una picap Toyota
dándose a la fuga con rumbo desconocido.
Los rumores causaban
mayor miedo, terror en algunos y pánico en otros, a grado tal de
trasmitir la especie de que se suspenderían los festejos del grito de
independencia y del desfile militar, pero la toma de posesión del nuevo
gobernador vino a dar calma a los rumorólogos pues en su mensaje a la población
dijo que acabaría con los Grupos Violentos.
Días antes der la
toma de posesión, en el Ejido Melitón Albañez, según se va de La Paz a la
población de Todos santos, cinco perversos sujetos dieron muerte a dos niños
que acompañaban a un supuesto vendedor de drogas, donde por cierto murió éste y
su esposa, dejando heridos a un niño y dos adolescentes. Los hechos fueron
insoportables para la mayoría de los Hidalgos Caballeros de la Mancha pues los
grupos de inteligencia filtraron la especie de todos y cada uno de los que
participaban en esta lucha por las plazas de BCS.
Dice un escrito
filtrado que el procurador Adonaí es el que ordena a los ministeriales a quien
ejecutan, levantan y entregan a los jefes de las plazas. Dentro de la lista
están algunos que pertenecen a los grupos COE y Jaguar, así como puchas,
matones operadores logísticos, casas de seguridad, carros, domicilios,
escoltas, hijos, hermanos y sobrinos de los jefes de las plazas, ¡vaya! Hasta un
cantante y un trabajador de canal 10 de televisión como enlaces con los jefes.
El 19 de septiembre
detienen a La China cuando intentaba abordar un avión en el aeródromo de Cabo
San Lucas y ¡entonces sí!, las luces multicolores brillaron en el espacio mediático
quienes se encargaron de hacer de Melisa Calderón, a nivel nacional e
internacional, la única responsable de los casi 180 ejecutados en los 14 meses
anteriores. Sacaron un corrido de otra China, ésta de Sinaloa que era aliada
del Chino Antrax y, con bombos y platillos festejaron los jefes policiacos la
ocurrencia que estaba a punto de darles seguridad para que el nuevo gobierno se
fijara en ellos.
Bien, la algarabía
mediática polarizó a la sociedad que no conocía la China pues la presentaron en
una fotografía con dos armas largas en sus manos. Armas que la obligaron a
portar. Una AK-47 y una R-15, pero eso sí, el procurador dice que sólo le puede
comprobar la participación en los hechos de un sólo ejecutado.
En facebook se subió
la siguiente información que se compartió más de un centenar de veces, con
decenas de comentarios y más de cien Me Gusta; o sea, la nota llegó a más de
cien mil lectores de BCS.
La China, como dieron en llamar los medios de
comunicación a Melisa Calderón es "La Mely" para sus amigos, no es
mala. El Zeta la hizo parecer mala gracias al 'privilegio' de sus fuentes de
información que no son otra cosa que distractores que envían mensajes a 'sus
contrarios' para que 'paguen piso'. Con lo que se puede leer en su facebook
bien podría escribir un libro. Sufría mucho, batallaba demasiado con los
escasos trabajos que tenía. Venta de joyería de plata, a veces una cuatrimoto,
otras lociones de imitación de buena calidad y todo para sus hijas que era, y
son sus tesoros. Su ‘Feis’ dejó de utilizarlo cuando la obligaron a incursionar
como ‘jefa de sicarios’. Ella podría dar datos dónde quedó su amigo El Riecke.
Ella intentaba cambiar de su vida licenciosa. Tenía más de cuatro años
batallando con sus miedos e incertidumbres, con su pasado; cuando de pronto
¡bum! La usan para distraer la verdad de ‘las bandas delincuenciales’ hay mucho
que escribir de ella, de su rol como mamá., como hija, como hermana, como
amiga, pero sobre todo como ser humano. No es pues lo que dicen los medios,
sobre todo el Zeta que despedaza a los seres humanos para proteger a los
verdaderos criminales. Ahí está el caso del Jonathan; despedazó la vida de un
inocente que dio por llamar ‘el hijo del gobernador’ para ‘tapar’ al verdadero
culpable por un buen fajo de billetes.
Hubo dos o tres comentarios que la relacionaron con la China Antrax, la del
corrido, pero los más comentaron cosas positivas para ella, lo que nos
demuestra que hay más gente buena que enferma de la mente, del corazón, del
alma, del espíritu.
El día 10 de septiembre
de 2015, Carlos Mendoza rinde protesta como gobernador de BCS y empieza a
nombrar su gabinete y, desde luego, a tejer finito para trabajar con nuevo
delegado de la PGR y nuevo procurador de justicia de BCS y ¡Pum!, la burbuja de
ejecutados disminuye al 100%
La señal que brotó de
inmediato es que tanto el delegado de la PGR como el procurador de justicia
anteriores, estaban dentro de la ola de complicidades que empoderaron a los
grupos violentos con saldo de casi dos centenares de ejecutados, y dos docenas
de inocentes asesinados por venganzas personales.
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