Los Carrola

Las escuelas del periodismo mexicano

Periodismo choyero

Iniciativa propia

Por la redacción 

Pareciera que los once principios de la propaganda nazi los implementan los más de doscientos comunicadores de bcs en sus escritos.

Goebells, creador de estos principios de la propaganda nazi era un mediocre intelectual como los personajes que nos ocupan.

Son pocos los que han pasado por el periodismo choyero y que han preferido la salida airosa contra la contaminación absurda de la propaganda en cuestión.

A estos buenos periodistas se les pueden contar con los dedos de las manos.

Los que se han quedado, y los que han surgido, siguen al pie de la letra los once principios de Goebells para, al igual que él, saciar sus instintos traumáticos a favor del stablishment.

No se les conoce un ingreso honesto a los goebelianos del sur de la península, sólo se les conoce el hacer propaganda a favor de este o aquel politiquillo que pretenden encumbrar para seguir recibiendo la dádiva, el chayote y la componenda deshonesta para que sus hijos ingresen a las nóminas de los gobiernos municipales.

Olvidar la Historia es un castigo

“Historia magistra vitae est. Historia vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vital, nuntia vetustatis”. (De Oratote, Marco Tulio Cicerón). -La Historia es maestra de la vida. La Historia es genuina testigo del tiempo, luz de la verdad, memoria de la vida, maestra de la vida y mensajera de la antigüedad. 

Miguel de Cervantes define la Historia en el capítulo IX de su Don Quijote como “Camino de la verdad, émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, ejemplo y aviso de lo presente, advertencia de lo por venir”.

No, no se froten los ojos. Está volviendo a pasar delante de nuestras propias narices y se lo estamos consintiendo, porque hemos olvidado la historia más reciente. Es terrorífico observar lo vigente que siguen hoy en día esos principios de la propaganda nazi. 

Vayamos por partes:

Los 11 principios de la propaganda nazi creados por Goebbels:

1.- Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único Símbolo; Individualizar al adversario en un único enemigo. 

Este principio lo magnifican en AMLO a quien golpean a diestra y siniestra.

2.- Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

Para beneplácito del Establishment han sido obligados a crear grupos cerrados de Facebook, WhatsApp, sindicatos, donde no caben los periodistas propositivos.

3.- Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”.

Cuando surge una verdad luego luego tratan de desacreditar al autor o, de inmediato construyen una nota periodística a favor del sujeto señalado como pillo o corrupto, ensalzándolo como la octava maravilla del mundo.

4.- Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

Crean rumores de que el autor de la anécdota es un peligro por lo que es mejor no trabar amistad con él pues se podrían contaminar con sus traumas.

5.- Principio de la vulgarización. “Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar”.

El Establishment magnífica la mediocridad periodística para llegar al mayor número de audiencia.

6.- Principio de orquestación. “La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas”. De aquí viene también la famosa frase: “Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

Esto lo vemos en las primeras planas de los diarios, en los noticiarios, y periódicos digitales pues la misma nota la replican 'coincidentemente'

7.- Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

Comúnmente le llaman "cortinas de humo" donde disipan un escándalo político, por otro más fuerte o por encontrarle errores al adversario.

8.- Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

Para esto los medios choyeros crean rumores, dichos, suposiciones como los vividos en la pasada tormenta tropical Lidia que le atribuían  suposiciones con tal de crear caos en la sociedad. Para esto los medios lo hacían sin órdenes del Establishment.

9.- Principio de la silenciación. Acallar  las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

Para estos casos los que no saben trabajar, y desean la chuleta ya cocida y en la boca, usando perfiles falsos ofenden la dignidad de las personas. 

10.- Principio de la transfusión. Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

Por ese deseo mediocre de ganar la exclusiva, los ingeniosos hidalgos de la pluma golpean a quien creen hace daño al Establishment para luego ir a cobrar el chayote por el favor no pedido.

11.- Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente que se piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad.

Resaltan cualidades de tal o cual candidato que reparte pan, jates, sandías, tomates, chiles, despensas, láminas, cemento, fajillas, tinacos, viviendas, etc, sin decir que lo compran con dinero del erario o del crimen organizado. En ello va implícita la dádiva.